Un año del hundimiento del Villa de Pitanxo: "No tengo esperanzas de encontrar a mi padre"

De los 24 tripulantes, 21 murieron, pero sólo se han recuperado 9 cadáveres. Las familias confían en que la bajada al pecio del barco sirva para esclarecer qué sucedió

Tiempo de lectura: 2' Actualizado 13:57

Tal día como hoy hace un año, la flota pesquera de Galicia sufrió el peor desastre de su historia reciente. El motor principal del buque frigorífico Villa de Pitanxo se paraba de repente cuando faenaba en medio de un temporal, a 450 kilómetros al este de la isla de Terranova, en Canadá.

Ese día había olas de 10 metros, un viento fortísimo y una temperatura que rondaba los siete grados bajo cero. En pocos minutos, la embarcación se escoró y se fue a pique. De sus 24 tripulantes, 21 murieron, pero sólo se han recuperado 9 cadáveres.

Los únicos supervivientes fueron el patrón, Juan Padín, su sobrino Eduardo Rial y el marinero ghanés Samuel Kwesi. La causa judicial se inició después de que Kwesi ofreciera una versión que contradijo la expuesta por el patrón del barco y su sobrino. Ëstos sostienen que el motor se paró repentinamente, lo que propició la entrada de agua y el hundimiento del barco. Mientras, Kwesi asegura que la red se enganchó en el fondo y que, al negarse el capitán a cortar los cables, el barco se escoró y acabó yéndose al fondo.

"Las familias están muy afectadas. Es una fecha complicada. No solo por el aniversario de la pérdida de nuestros familiares, sino por los actos de homenaje y eso nos remueve", cuenta en 'Mediodía COPE' Kevin González, hijo de uno de los desaparecidos.


Investigación en marcha

Ahora mismo, tanto el patrón como la compañía armadora, están siendo investigados por homicidio imprudente y por delitos contra la seguridad de los trabajadores.

12 meses después del naufragio, el Gobierno prepara los trámites para bajar al pecio e inspeccionar la zona del hundimiento. Es lo que reivindican las familias de las víctimas. Creen que el barco puede esconder pruebas sobre lo que pasó realmente aquel 15 de febrero de 2022.

"Las familias sabemos lo mismo que los medios de comunicación. Desde Bruselas, dieron un toque de atención al gobierno para que se pusiera manos a la obra a investigar y la investagación requiere de la bajada al pecio del barco y poder inspeccionar la zona del hundimiento.", ha explicado Kevin.

Para las familias es fundamental bajar hasta el barco. "Es importante porque una investigación tiene que ser completa. Para hacer bien la investigación, se tiene que bajar al pecio. Puede ser una piedra angular para que el día de mañana si esto pasase el resto del sector pueda decir que en el Villa de Pitantxo se hizo", expone.


Encontrar los cuerpos

Aún asi, muchos familiares como Kevin han perdido las esperanzas de encontrar los cuerpos de sus familiares. "Yo personalmente no tengo esperanzas. Están a mil metros de profundidad y pudo haber pasado de todo. Creo que mi padre está dentro del barco, pero también pudo haber salido con corrientes. El fondo del mar es un lugar complicado", ha afirmado.

Kevin ha explicado que algunas familias si guardan todavía ese "ápice de esperanza". "Ojalá se pudiese encontrar a alguien. Sea mi padre o cualquiera de sus compañeros para darles descanso", ha concluido.