Teo, el cura que recorre 50.000 kilómetros al año para acompañar a 43 municipios de Zamora: "La vida en los pueblos no es rentable"

En la comarca de Aliste, en Zamora, un territorio más grande que París pero con menos de 7.000 habitantes, hay un hombre que se ha convertido en el pilar de 43 pueblos.  Es Teo Nieto, sacerdote y profesor de religión, que recorre más de 50.000 kilómetros al año en su coche para acompañar a sus vecinos.

En una entrevista en 'La Tarde de COPE' con Pilar García Muñiz, Javi Nieves presenta a Teófilo Nieto, que explica cómo se organiza para llegar, aunque sea, "a una sola persona"

“No necesito ayudas"

“Me gusta la palabra atender, me gusta la palabra acompañar”, matiza Teo. Pero no lo hace solo: “No acompaño 43 pueblos, sino que acompaño un equipo que quiere ser el dinamizador de esas 43 comunidades”, aclara. 

En COPE, rechazala idea de liderar y subraya la importancia del trabajo horizontal: “No necesito ayudas, no tengo un equipo detrás, somos un equipo y nos ayudamos mutuamente”.

Este equipo, como explica Teo, está compuesto por doce laicos y un grupo de presbíteros, entre los que se encuentran dos sacerdotes africanos, otro que realiza su tesis doctoral y un jubilado. Una de las piezas clave es Avelina, una hermana del Amor de Dios, a quien Teo describe como “un pilar fundamental en el sentido emocional, por aportar mucha sensatez, mucho sentido común”.

Acompañar a los pueblos significa que tengan dignidad"

Teófilo Nieto

La Tarde COPE

la red de informantes

Para conocer las necesidades de cada pueblo, han iniciado un proyecto para crear una lista de informantes. El objetivo es conocer la realidad a tres niveles: personal, familiar y estructural. Buscan identificar desde personas que necesitan compañía hasta problemas como la falta de médico, la mala calidad del agua o la escasa cobertura móvil. “Queremos que esa lista de informantes que estamos construyendo abarque estas tres dimensiones”, detalla.

La función del equipo no es gestionar todas las soluciones, sino estar presentes, socorrer en casos puntuales y “denunciar o derivar a determinados organismos” los problemas estructurales. Para Teo, la meta va más allá de lo litúrgico, pues, como él mismo afirma, “acompañar a los pueblos significa que tengan dignidad”.

Para cambiar procesos hay que tener esperanza, paciencia y gratuidad"

“generar esperanza” como labor fundamental

El sacerdote critica el paradigma social basado en “el individualismo y el economicismo”, que considera que “la vida de los pueblos no es rentable”. Lucha por “desempolvar” la idea de que “el que se queda en el pueblo es el de segunda categoría”. Para ello, considera fundamental “generar esperanza”, un pilar básico para que la gente crea que es posible construir su propia historia y revertir los procesos de despoblación.

En este sentido, los jóvenes juegan un papel crucial. Clara, una joven de 24 años, afirma que son “el presente también”. Teo ha notado un cambio de tendencia: si antes los jóvenes sentían “ansiedad por marcharse”, ahora “ya va apareciendo gente que sí quiere quedarse o volver al pueblo”. Subraya que para revertir la situación se necesita un cambio de mentalidad: “Para cambiar procesos hay que tener esperanza, paciencia y gratuidad”.