La reclamación de las organizaciones africanas para cambiar el mapamundi: "África aparece más pequeña de lo que es"

Varias asociaciones, respaldadas por La Unión Africana, reclaman revisar el mapamundi basado en la proyección de Mercator, que distorsiona los tamaños de los continentes

Darío Rodríguez

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La Unión Africana (UA) ha lanzado una campaña internacional, "Corregid el mapa", para revisar y actualizar el mapamundi que todos conocemos, basado en la proyección de Mercator. El argumento de los grupos que apoyan esta moción, como 'Africa No Filter' y 'Speak Up Africa', es claro: África aparece mucho más pequeña de lo que realmente es, una distorsión que, según denuncian, resta importancia a su verdadero peso geográfico y simbólico en el planeta.

Durante La Tarde de COPE, el divulgador Jorge Alcalde explicó el origen de esta representación y los motivos por los que, pese a sus evidentes inexactitudes, se ha mantenido como el estándar cartográfico durante más de cinco siglos.

Una proyección práctica… pero irreal

La llamada proyección de Mercator fue diseñada en el siglo XVI por Gregorius Mercator. Su objetivo no era tanto reflejar el tamaño real de los continentes, sino ayudar a los navegantes de la época a establecer rutas rectas en el mar.

Antiqua Print Gallery / Alamy Stock Photo

Mapa "El mundo (Mercator)" de Keith Johnston (1901).

"Cuando vemos un mapa plano, estamos observando una simulación. En realidad, la Tierra es esférica, y para transformarla en un plano hubo que deformarla", recordaba Alcalde en La Tarde con Israel Remuiñán.

Para ilustrarlo, el divulgador utilizó un ejemplo sencillo: al pelar una manzana con un cuchillo en línea recta, se consigue una espiral que cubre la superficie de la fruta. En el caso de los mapas, replicar ese efecto es imposible sin sacrificar proporciones. De ahí que Mercator optara por "falsificar" la esfera, proyectando paralelos y meridianos como líneas rectas y generando, en consecuencia, una imagen distorsionada.

África frente a Groenlandia

La consecuencia de esta elección cartográfica es visible en cualquier aula del mundo: continentes cercanos al Ecuador, como África o América del Sur, pierden relevancia visual, mientras que los situados en latitudes más extremas aparecen sobredimensionados.

"Groenlandia, que en la realidad es 14 veces más pequeña que África, aparece en los mapas casi del mismo tamaño o incluso mayor", apuntó Alcalde. Lo mismo ocurre con Siberia, Alaska o la Antártida, regiones que la proyección de Mercator agranda de forma notable.

Weiyi Cai, The New York Times

Comparación entre la proyección Mercator y la proyección Equal Earth.

Aunque técnicamente África no aparece reducido respecto a su tamaño real, sí se ve eclipsado frente al aumento desproporcionado de otros territorios. Ese es el origen de la reivindicación de numerosas asociaciones africanas, que exigen que el continente sea representado en los mapamundis con la magnitud que le corresponde.

Una reclamación que no es nueva

La campaña que ahora toma fuerza no surge de la nada. Desde hace años, voces académicas y activistas han cuestionado la proyección de Mercator por su sesgo cultural y geográfico, ya que contribuye a generar una visión del mundo en la que el hemisferio norte aparece como más importante que el sur.

"Lo que se pide es que las nuevas proyecciones bidimensionales reflejen mejor la realidad del tamaño de los continentes", subrayó Jorge Alcalde.

Existen alternativas cartográficas más modernas, como la proyección Equal Earth o la de Gall-Peters, que tratan de corregir estas distorsiones y ofrecer una imagen más proporcional de la superficie terrestre. Sin embargo, ninguna ha logrado imponerse en el imaginario colectivo ni en el sistema educativo global, donde el mapa de Mercator continúa siendo el dominante.

En el caso de España, apenas se observan cambios en su tamaño debido a su proximidad al Ecuador. La mayor alteración afecta a los países cercanos a los polos, donde la distorsión se multiplica.

El debate sobre cómo representamos el mundo no es solo técnico, sino también político y simbólico. La campaña africana busca que el continente reciba el reconocimiento que le corresponde, tanto en términos geográficos como de dignidad histórica. Y es que, aunque la cartografía sea una ciencia, sus mapas también modelan la forma en que percibimos la realidad.