Julio Llorente, analista de 'La Tarde', sobre la participación de España en Eurovisión: "Están entrando directamente en ese terreno de la geopolítica"

Radiotelevisión Española cumple su advertencia y no estará en el certamen como protesta por la decisión de la UER de mantener al país hebreo en el concurso

Álvaro Criado

Madrid - Publicado el

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Radiotelevisión Española ha confirmado este miércoles una decisión histórica: España no participará en el Festival de Eurovisión 2026. La medida llega como respuesta directa al respaldo mayoritario que la Unión Europea de Radiodifusión (UER) ha otorgado a la permanencia de Israel en el certamen. Además de la retirada, RTVE tampoco emitirá la gala, que se celebrará el próximo 16 de mayo en Viena (Austria), marcando un antes y un después en la relación de nuestro país con el festival.

El anuncio se produjo poco después de una tensa asamblea de la UER, donde 738 de los 1.122 delegados votaron a favor de las medidas que aseguran la continuidad de Israel. En línea con la condena del Gobierno de Pedro Sánchez a la guerra en Gaza, el ente público ha cumplido con su advertencia de retirarse si no se excluía a la televisión pública israelí, miembro de la UER desde 1973.

Una decisión coherente pero polémica

Desde Radiotelevisión Española han defendido la coherencia de su postura, anunciada ya en septiembre. El presidente de la corporación, José Pablo López, justificó la ausencia en redes sociales argumentando que el festival "ya no es un concurso de canciones, sino un festival dominado por intereses geopolíticos y fracturado".

Melody durante la rueda de prensa ofrecida tras su paso por Eurovisión

Sin embargo, esta justificación ha generado un intenso debate. Analistas como Julio Llorente señalan la paradoja de la decisión: "precisamente, con esta postura que han adoptado en contra de Israel, están entrando directamente en ese terreno de la geopolítica". La crítica apunta a que se está tomando "la parte por el todo", identificando al gobierno de Netanyahu con la totalidad de la población israelí, donde también ha existido una "oposición furibunda a las acciones en Gaza".

El debate sobre la politización de Eurovisión no es nuevo. La periodista Ana Martín recuerda que el concurso lleva "muchos años politizado", citando el ejemplo de Ucrania, que ganó en 2022 meses después de la invasión rusa como un gesto de "apoyo de las naciones europeas a un país invadido". Se argumenta que la decisión de RTVE, lejos de ser puramente mediática, cuenta con el respaldo o incluso la dirección del Gobierno español.

Así fue la tensa votación en la UER

La votación en la asamblea de la UER, celebrada ayer en Ginebra, estuvo cargada de tensión. España solicitó, y consiguió, que la votación fuera secreta para evitar posibles "presiones por parte de Israel". No obstante, es clave aclarar un punto que ha generado confusión: no se votaba directamente la expulsión de Israel. La votación se centró en la aprobación de cambios en el reglamento para "proteger la transparencia y la confianza en el festival", según confirmó su presidenta, Delfine Ernotte.

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También es fundamental entender qué es la UER. No se trata de un organismo de la Unión Europea, sino de la principal alianza mundial de cadenas públicas, con 68 miembros de 56 países. Esto explica la participación de naciones fuera del continente europeo como Israel, Australia e incluso la potencial participación de países como Marruecos, Egipto o la Ciudad del Vaticano, todos ellos miembros de pleno derecho.

Un "hasta luego" histórico

Esta será la primera vez que España se ausenta de Eurovisión desde su debut en 1961 con Conchita Bautista. Durante más de seis décadas, el país ha participado de forma ininterrumpida, en gran parte gracias a su estatus como miembro del "Big Five". Este grupo, formado por Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y España, realiza las mayores contribuciones económicas a la UER, lo que les garantiza un puesto directo en la final cada año.

La decisión de no participar conlleva también no emitir el certamen, un producto de gran éxito de audiencia que el año pasado congregó a casi 6 millones de espectadores. Según el reglamento de la UER, los derechos de emisión solo pueden ser cedidos por el miembro activo, en este caso RTVE, a otra cadena con la aprobación final de la UER. Dada la postura del ente público, parece improbable que ceda los derechos a un grupo privado.

A pesar de la contundencia de la medida, desde el entorno de la corporación se insiste en que no es un adiós definitivo. La retirada es temporal y España, al no abandonar su condición de miembro de la UER, podrá volver en futuras ediciones. Otros países, como Italia o Luxemburgo, ya se han ausentado en el pasado por diversas razones para luego regresar. Por tanto, más que un "adiós", se trata de un "hasta luego".

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