“Sí, se encuentra oro en el río Segre, no en grandes cantidades, claro. ¡De encontrar mucho tendríamos el río lleno de gente buscando oro!", estas son palabras de Mireia Subirada técnica del Centro de interpretación del oro del Segre.

La fiebre del oro. Hemos visto en multitud de ocasiones como durante un tiempo el oro trasformaba un determinado lugar. No solo por los cambios de la orografía que pudiera causar su extracción, si no más bien por como transformaba una región toda la gente que acudía con la idea de encontrar una pepita que cambiara sus vidas. La fiebre del oro ha sido multitud de veces retratada en las películas del Oeste. Hoy en día en la mayoría de los lugares donde se busca el preciado metal se hace con sistemas más modernos que los que estamos acostumbrados a ver en la ficción. De hecho cada fin de semana hay familias que se dedican a buscar oro.

Y para encontrar esas pequeñas partículas, pequeñas, sí, pero de oro, hay que ir hasta Lleida. No es una búsqueda para hacerse rico, si no que es la actividad estrella en el Centro de interpretación del oro del Segre en Balaguer. Es tal  el éxito que está teniendo esta actividad que cada año pasan por las instalaciones cerca de 3.000 personas en busca de oro. Como decíamos es una actividad familiar que busca implicar al visitante, que no sea un mero espectador. El visitante cuando llega al río Segre recibe los utensilios necesarios para buscar el preciado metal y se pone manos a la obra como los auténticos buscadores. Además hay que decir que casi todo el mundo que prueba dependiendo de su habilidad y paciencia suele tener resultados positivos.