El destino de los expresidentes: de 'jarrón chino' a codiciado mediador internacional
El papel de los exmandatarios tras dejar el poder abre un debate sobre su influencia, sus negocios privados y el difícil encaje en la política actual
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La reflexión de Felipe González sobre el papel de los expresidentes como un "jarrón chino" ha reabierto el debate sobre el lugar que ocupan las figuras que han abandonado la primera línea del poder. En el programa 'La Tarde' de la COPE, conducido por Pilar García Muñiz, los periodistas Antonio Jiménez y Lorenzo Silva y el politólogo Eduardo González Vega han analizado los distintos caminos que emprenden los exmandatarios una vez finaliza su carrera política.
El difícil encaje en España
En España, la situación de los cuatro expresidentes vivos, José María Aznar, Mariano Rajoy, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, ilustra esta complejidad. Antonio Jiménez ha recordado el encuentro en Casa Lucio de los cuatro, algo que "ahora sería imposible con Pedro Sánchez". Según Jiménez, "ningún expresidente ha criticado tanto la gestión política de su sucesor" como González a Sánchez, por la "ruptura con los consensos institucionales".
Todo expresidente es un jarrón chino grande, se supone que tiene valor, pero estorban en todo sitio"
Mientras Zapatero es criticado por sus "conexiones poco aclaradas con el régimen chavista de Venezuela", en palabras de los tertulianos, Rajoy optó por volver a su trabajo como registrador de la propiedad. Para el escritor Lorenzo Silva, el de Rajoy es el caso que prefiere, aunque reconoce que no es un puesto de baja remuneración, "indudablemente podría ganar mucho más dedicándose a otro tipo de actividades".
Zapatero
Tres modelos opuestos en Europa
Fuera de España, los destinos también son dispares. El ex primer ministro británico Tony Blair, marcado por la foto de las Azores y la guerra de Irak, ha sido designado por Donald Trump para un comité de paz en Gaza. Antonio Jiménez ha señalado que, a pesar de la polémica, Blair "revalidó el gobierno" y no fue "rechazado permanentemente por los países árabes", lo que le ha permitido ejercer como mediador, aunque no sin controversia por sus negocios privados, llegando a cobrar "hasta 1 millón de euros por mediar".
En el extremo opuesto se encuentra la excanciller alemana Angela Merkel, quien "optó por dejarlo todo" y vive una vida retirada en su barrio de Berlín, aunque sigue siendo una de las políticas más populares del país. Lorenzo Silva ha confesado su "preferencia absoluta por la vía que ha seguido Angela Merkel". El tercer ejemplo es el del francés Nicolas Sarkozy, cuyo postmandato se ha visto ensombrecido por problemas judiciales, llegando a ser condenado por financiación ilegal en su campaña.
¿Qué futuro le espera a Sánchez?
El consultor político Eduardo González Vega ha explicado que el camino elegido "tiene mucho que ver con el carácter de cada uno". Diferencia entre los expresidentes "que inciden cada vez que tienen alguna participación pública", como González o Aznar, y los "que actúan en primera línea", como Zapatero, quien "trabaja con el gobierno de Sánchez", o el propio Tony Blair.
Sobre el futuro de Pedro Sánchez como expresidente, Antonio Jiménez lo imagina en un papel "muy parecido al de Zapatero", aprovechando su estatus "para sacar tajada desde el punto de vista económico". Por su parte, Lorenzo Silva ha admitido que le cuesta imaginar la transición de Sánchez, un hombre que "ha demostrado una vocación de ocupar mucho sitio" y que ha generado una "adhesión personal" que supera incluso a la que tuvo Felipe González en su momento.
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