Antonio Martínez, abogado: “Hay un tercer tipo de okupa y es el okupa heredero, que abusa de la confianza de sus familiares. La única solución es esta, aunque puede tardar tiempo”
El experto explicaba que este tipo de okupación es más común de lo que parece y que la solución suele dilatarse en el tiempo, como contaba en 'La Tarde'
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La ocupación. Con solo leer y escuchar ese concepto, sabes perfectamente de lo que hablamos. Se trata de un problema que preocupa a los españoles cada vez más, y aunque muchos partidos se empeñen en invisibilizarlo, existe.
De hecho, si atendemos a los datos, desde el 2023, la okupación ha crecido un 7,4%. En ese año, las casas okupadas alcanzaron las 15.000, mientras el año pasado, el 2024, llegaron a las casi 16.500.
Conocemos los tipos de okupación: los que llegan y se meten en tu casa, y aquellos a los que alquilas la casa y en determinado momento dejan de pagar, los conocidos inquiokupas. Sin embargo, hay un tercero que no se contemplaba hasta ahora.
El miedo a la ocupación impide muchos alquileres
Empecemos por el principio. En los últimos 8 años, el número de viviendas que se heredan anualmente en España se ha disparado un 20%. En 2024 fueron cerca de 400 las casas que cambiaron de manos por el fallecimiento de un familiar.
Es lo que le sucedió a Ana, que heredó el piso de su abuelo cuando falleció en 2021. Era una herencia a repartir entre tres personas: dos de los hijos de su abuelo, es decir, sus tíos, y ella. Estaba en principio todo bastante claro, pero el problema llegó cuando uno de sus tíos, decidió quedarse con el piso, seguir viviendo allí sin pagar nada.
La okupación de los herederos
Lo que le pasó a Ana es cada vez más común, y quizá sea uno de los casos de okupación más difíciles de resolver. Y es que, en este caso, es un familiar heredero el que decide quedarse con la casa. No es un alquiler y parte de la casa es suya, por lo que desahuciarle es tarea prácticamente imposible.
Por eso mismo nos preguntamos en este caso qué es lo que se hace. Y es que, cuando se trata de un familiar que es igualmente heredero, como lo puedes ser tú, la situación es harto complicada. Antonio Martínez, de Lafuente Abogados, es abogado y explicaba que sí, este tipo de okupación existe.
“Todo esto empezó con el okupa de toda la vida que echaba la puerta abajo. Seguimos con el el inquilino okupa, que es el que tiene un contrato que no paga y pasamos a la última versión que es el heredero okupa que no tiene un contrato, está directamente en la casa y está ahí de por vida” comentaba el abogado.
Y de aquí se desprenden dos versiones: “el que no tiene otro sitio donde irse o el caradura, que es que además de estar en la casa, tiene otras viviendas que un alquiler en negro” confesaba.
Y, lo peor de todo, es que la solución es muy complicada y se dilata en el tiempo.
La única solución contra este tipo de okupación
Si la okupación, de por sí, es un problema que desgasta económica y emocionalmente, imagínate cuando el okupa es un familiar tuyo. Porque claro, desde un punto de vista legal, puede considerarse que la casa que hereda también es suya.
Por eso, ¿cuál es la solución frente a este tipo de okupación? Pues como recordaba Antonio Martínez, la misma que para el resto: la demanda y el desahucio. No es fácil y, por supuesto, conlleva un machaque psicológico incomparable a otros.
“Lo primero que hay que hacer es iniciar la vía judicial. Ahora la ley obliga a una mediación, digamos que una persona puede estar en la casa, pero tiene que pagar un alquiler como si fuese un tercero. Si esta persona no está dispuesta a pagar un alquiler, pues el resto de los herederos lo que tienen que hacer es denunciarlo y desahuciarlo como a cualquier persona” confesaba este abogado.
La ventana de los okupas de la calle Trespaderne de Barajas
Eso sí, advierte del tiempo que puede llevar este proceso: entre año y año y medio. “Aunque sí que es cierto que la solución judicial lleva tiempo, pero al final nos garantiza que nos vamos a quedar la vivienda en propiedad y que vamos a poder venderla al precio realmente de mercado” decía.
Esto tiende a complicarse porque otro de los familiares puede no querer denunciar. Ahí es donde interviene el abogado. “El abogado primero tiene que hacer una labor de convencer a los herederos porque siempre hay alguno que no quiere demandar o enfrentarse con su hermano o su hermana. Entonces, hay que hacerles ver que es que es la única solución. Entonces, esa es una barrera que precisamente este tipo de ocupa aprovechan y abusan de la confianza y de la buena fe del resto de los herederos” sentenciaba.