Ya en su carta de presentación estaba muy presente una nostalgia por el mundo en el que creció, como esa radio que parece tratar de revivir los años setenta. Pero también encontramos las referencias continuas al cine (Lee Marvin, Doris Day, Charles Bronson, Marlon Brando) y a la cultura popular. De hecho, sus personajes igual pueden hablar de una canción de Madonna que de cómo van a cometer un crimen: y en eso es francamente el mejor. Como él mismo dice, Quentin Tarantino no fue a la escuela de cine, sino que fue al cine, y sólo así, viendo absolutamente todo tipo de películas, ha sido capaz de crear un universo cinematográfico que sólo existe en su cabeza.

La Noche de COPE repasa cada miércoles en “Uno de los nuestros” la carrera de los directores más grandes de la historia del cine. En esta trigésimo segunda entrega nos fumamos un paquete de Red Apple, nos comemos una Big Kahuna y le hacemos un pedido especial a Hattori Hanzo.

Quentin Tarantino (Knoxville, Tennessee, Estados Unidos, 1963) incluye en su cine innumerables referencias a todo aquello que alguna vez le ha apasionado: desde el cine de Godard hasta los spaghetti western de Leone, Corbucci y tantos otros. De esta improbable mezcla surgen películas que ya son obras maestras absolutas del cine contemporáneo como ‘Reservoir dogs’, ‘Pulp fiction’ o ‘Kill Bill’.