La paz se aleja del Congo: la guerra silenciosa por el cobre para coches eléctricos continúa

A pesar del acuerdo de paz firmado con Ruanda, el grupo guerrillero M23 mantiene sus posiciones y cobra impuestos en la zona de Goma, clave por sus minerales

La guerra ha convertido en cotidiana la violencia en el Congo

Redacción La Linterna

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La paz en la República Democrática del Congo parece lejana a pesar del reciente acuerdo firmado con Ruanda. Según ha informado el periodista Enrique Serbeto en la Cadena COPE, informes provenientes de la zona de los Grandes Lagos confirman que la situación dista de estar estabilizada y el conflicto se mantiene.

El grupo guerrillero M23, supuestamente respaldado por Ruanda, no ha abandonado sus posiciones y ha expulsado al ejército congoleño de la estratégica ciudad de Goma. Sobre el terreno, la situación es de una toma de control de facto, ya que, según Serbeto, “han empezado a planificar ahí sus propias autoridades, a cobrar sus impuestos”.

La sombra de los minerales

Detrás de esta inestabilidad se esconde una lucha por los recursos naturales. Serbeto establece un paralelismo directo con la creciente demanda de cobre, ya que cada coche eléctrico necesita el doble de este mineral que uno de combustión. “¿Y cuál será el país que más reservas de cobre tiene? Anda, pues el Congo también”, ha señalado el periodista.

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La vida es complicada en el "Corazón de África". La República Democrática del Congo (RDC), el tercer país más grande de África, es inmensamente rica en recursos naturales: petróleo, diamantes, oro, cobre, cobalto y coltán, un mineral clave para la producción de teléfonos celulares. Esta nación centroafricana, con frontera con nueve países, también está envuelta en lo que se conoce como la "Guerra Mundial de África", una guerra regional que se ha cobrado más de cuatro millones de vidas en seis años. Las mujeres de este país sufren las consecuencias de la guerra. Según estimaciones conservadoras, hay 40.000 víctimas de rap.

Un convoy de uranio sin rumbo

La inestabilidad en la región se extiende a Níger, desde donde ha partido un convoy con más de 1.000 toneladas de óxido de uranio, también conocido como ‘pastel amarillo’. El cargamento procede de una mina que fue expropiada a una compañía francesa por los golpistas que tomaron el poder.

Aunque se cree que el convoy se dirige al puerto de Lome, se desconoce quién es el comprador final. Serbeto ha apuntado que “he oído hablar de que había militares rusos escoltándolo” y que la propia empresa ha advertido del peligro, afirmando que “esto compromete la seguridad en toda la zona”.

Esto compromete la seguridad en toda la zona"

Enrique Serbeto

Colaborador de La Linterna

El espionaje ruso en Bruselas

Finalmente, Serbeto ha desvelado un intento de Rusia de infiltrarse en Euroclear, la empresa con sede en Bruselas donde se custodian sus activos congelados y que maneja transacciones por valor de 40 billones de euros. La propia compañía ha denunciado el seguimiento a uno de sus empleados, que habría realizado más de un centenar de viajes a Moscú.

El pasado verano, este trabajador presuntamente intentó organizar una reunión en Suiza entre una alta ejecutiva de la compañía y dos contactos que se sospecha eran agentes rusos. “Es una historia muy curiosa”, ha comentado Serbeto, quien ha añadido que no consta que el empleado haya sido despedido.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.