Los padres de un joven ciego de Ferrol no ocultan su sorpresa al descubrir el deporte que practica su hijo: "No sabíamos que se podía"
Adrián Orjales, un joven de la localidad gallega de Narón con discapacidad visual severa, cuenta en La Linterna hasta dónde le ha llegado su voluntad de superación
Madrid - Publicado el
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Adrián Orjales, un joven de Narón (Ferrol) con discapacidad visual severa, ha revolucionado el concepto de superación personal al convertirse en uno de los arqueros invidentes más destacados de España. Su próxima participación en el Mundial de Tiro con Arco en Corea, este septiembre, no solo es un hito deportivo, sino una lección de cómo los límites suelen estar en la mente. Su historia, recogida en La Linterna de COPE y en COPE Ferrol, desvela la incredulidad inicial de sus padres, la tecnología que lo hace posible y el llamado a las instituciones para apoyar a deportistas como él.
"No sabíamos que se podía adaptar el arco"
Cuando Adrián anunció en casa que quería practicar tiro con arco, la reacción de su familia fue de perplejidad. "Te puedes imaginar nuestra primera reacción", confiesa José Manuel, su padre, en una entrevista con Ángel Expósito y Paloma Serrano en La Linterna. "Dada nuestra ignorancia, no sabíamos que se podía adaptar el material para que él pudiera tirar". La disciplina, asociada tradicionalmente a la agudeza visual, parecía imposible para alguien como Adrián, pero el Club Afruxera de Valdoviño (Ferrol) ya había allanado el camino.
Adrián Orjales
Allí, el joven descubrió herramientas como el localizador de pies, una base que garantiza la posición correcta en la línea de tiro, y el visor táctil, una bola sobre un trípode que guía la dirección del disparo mediante el tacto. "Hacemos contacto con la mano y así sabemos hacia dónde apuntamos", explica Adrián. Lo que comenzó como un experimento en el colegio a los ocho años (cuando unos entrenadores visitaron su aula) se convirtió en una pasión que lo ha llevado a campeonatos europeos y ahora al Mundial.
300 flechas y un sueño coreano
El camino no ha sido fácil. Para clasificarse, Adrián superó dos pruebas exigentes de la Federación Española, disparando alrededor de 300 flechas cada fin de semana. "No es tan complicado como parece", asegura con humildad, aunque su entrenador destaca otro desafío: el equilibrio. "Al tener el visor quieto, cualquier desajuste afecta el impacto de la flecha", señala.
Su tenacidad ha inspirado a otros, como Antonio, un arquero invidente que lo considera su "mentor". "Siempre le digo: 'Adrián, cuando sea mayor quiero ser como tú'", confiesa entre risas en COPE Ferrol. Además, su labor como presidente del club Afruxera, cargo que asumió tras representar a España en Europa, busca promover el arco adaptado, especialmente para mujeres con cáncer de mama en el programa Flechas Rosas.
"Me siento valorado por la gente"
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A pesar de los reconocimientos, Adrián lamenta la falta de apoyo institucional. "Los únicos patrocinios vienen de la Fundación de Deporte Gallego", reclama. Su padre corrobora: "Es duro ver cómo él y otros deportistas con discapacidad tienen que financiarse hasta los billetes". Un contraste con la admiración que genera en su comunidad.
La historia de Adrián Orjales, difundida en COPE, es un recordatorio de que la "ceguera" no está en los ojos, sino en quienes dudan de lo imposible. Como resume Paloma Serrano: "La oscuridad no ha sido un obstáculo, sino el escenario donde ha dibujado su luz".