Lidia Ortega, hija de un Policía Nacional asesinado por los GRAPO: "El asesino está en la calle. No tengo odio ni rencor, pero no puede ser que se olvide"
La hija de un agente asesinado en 1988 comparte su historia de memoria y justicia en el Centro Memorial de Vitoria, donde una exposición visibiliza a las víctimas
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El equipo de 'La Linterna', con Ángel Expósito y Paloma Serrano, ha viajado al Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo en Vitoria para dar a conocer la historia de Lidia Ortega. Su testimonio se enmarca en la exposición '50 años de plomo, 1975-2025, la senda sangrienta de los grapo', una muestra que pretende dar voz a las víctimas y familiares del tercer grupo terrorista más mortífero de Europa, solo por detrás del IRA y de ETA.
Una vida marcada por el terror
El padre de Lidia, Bernardino Ortega, era policía nacional y fue asesinado en 1988 a las puertas de la oficina del DNI en Madrid donde trabajaba. Le dispararon y después le remataron en el suelo. Lidia, que entonces solo tenía 8 años, fue protegida por su familia del trágico suceso. "No me enteré de que habían matado a mi padre hasta que ya había pasado el entierro. Mi familia me intentó proteger, yo lo entiendo, es que yo era muy pequeña", relata.
Bernardino fue una de las 93 personas asesinadas por los GRAPO, pero su familia decidió vivir sin resentimiento. "Yo no quiero ser víctima y yo no quiero vivir con dolor. Llevo mi mochila y me tiembla la barbilla, y se me hace un nudo en el pecho, pero ya está", confiesa Lidia, quien busca transformar su experiencia en un mensaje para el futuro: "A mí me hicieron serlo, pero ya está. Entonces, voy a utilizarlo para que nadie más lo vuelva a hacer".
Maqueta de la casa en la que los GRAPO mantuvieron secuestrado a Publio Cordón
No puede ser que se olvide
A pesar de su entereza, Lidia Ortega considera que para su padre no hubo justicia y que, a día de hoy, la balanza no está equilibrada. "Yo sé que al asesino de mi padre sí que lo juzgaron y fue a prisión, ya, pero está en la calle y está en su casa", lamenta. Su mensaje es claro y contundente: "No tengo odio y no tengo rencor, pero no puede ser que se olvide, o sea, no puede ser que estén publicando libros como nos han contado ahora. No sé, es algo que no proceso".
No tengo odio y no tengo rencor, pero no puede ser que se olvide"
Hija de un Policía Nacional asesinado por los GRAPO
50 años de la violencia de los GRAPO
Los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO) se presentaron públicamente con el asesinato de cuatro agentes en Madrid y, a lo largo de medio siglo, dejaron un rastro de más de 1.000 atentados y casi un centenar de heridos. Este grupo de extrema izquierda pretendía implantar un régimen marxista-leninista a través de la violencia, una historia que, como explica la voz de las víctimas del GRAPO, es desconocida para las nuevas generaciones. La exposición busca llenar ese vacío.
Recorte de prensa sobre los GRAPO
Carmen Ladrón de Guevara, comisaria de la muestra y abogada de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), recuerda el impacto que le causó la frialdad de los terroristas en los juicios. "Me llamó muchísimo la atención la crudeza y la sangre fría con la que explicaron lo que habían hecho", rememora. Uno de ellos llegó a decir delante de las víctimas: "Y si hubiese tenido 15 balas en la recámara hubiese disparado las 15".
La muestra recoge desde la historia del PCE(r), el brazo político de la banda, hasta objetos como publicaciones de la época, cartas de extorsión o la peluca usada en un atraco. También incluye la reproducción de la casa donde estuvo secuestrado el empresario Publio Cordón en 1995, sobre cuyo sufrimiento ha hablado su familia, y la representación de un atentado con coche teledirigido en Vigo, un 'modus operandi' característico de la banda.
El objetivo es que no se olvide a las víctimas. En la inauguración estuvieron presentes otros supervivientes como Pedro Castellón, Marcelina Ortiz o Bernabé Martín, cuyos testimonios también forman parte de la exposición. La muestra permanecerá abierta en Vitoria hasta el 11 de enero y se prevé que después viaje a Madrid.
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