Un colaborador de la NASA confirma la fecha en la que se planea que el ser humano pise Marte por primera vez: no será en 2030

Jorge Pla-García explica a Rubén Corral en El Tema del Día en La Linterna cómo estamos en la carrera espacial hacia los viajes interplanetarios

Luis Calabor

Madrid - Publicado el

4 min lectura

La humanidad está viviendo una nueva era de exploración espacial. Después de décadas de avances y retrocesos, la Luna vuelve a estar en el punto de mira como paso previo hacia un destino mucho más ambicioso: Marte. Las agencias espaciales y empresas privadas como SpaceX están compitiendo por liderar este salto histórico. Pero la gran pregunta es: ¿cuándo pisará el ser humano el planeta rojo?

El doctor en astrofísica Jorge Pla-García, investigador del Centro de Astrobiología del CSIC y colaborador de la NASA, ha explicado a Rubén Corral en el Tema del Día de La Linterna que no será en 2030, como muchos creen. “Según la NASA y según SpaceX, para la década del 2030 ya tendríamos un humano en Marte. Nosotros los científicos somos un poco más escépticos. Yo creo que vamos a tener que esperar hasta la década de los 40 aproximadamente”, asegura Pla-García a  Rubén Corral.

Alamy Stock Photo

Marte es uno de los destinos preciados de la humanidad

los problemas para viajar a marte

El camino hacia Marte no es solo cuestión de ambición o de sueños de ciencia ficción. La llegada del ser humano al planeta rojo enfrenta tres obstáculos principales: la tecnología, la financiación y la voluntad política.

“Hay que todavía desarrollar muchas de las tecnologías que vamos a necesitar para un viaje de este tipo”, explica el astrofísico. El desafío técnico incluye desde el diseño de naves capaces de soportar un viaje de dos años y medio, hasta la creación de sistemas que generen oxígeno o cultiven alimentos en condiciones extremas.  

Yo creo que tenemos que esperar a la década de los 40 para viajar a Marte"

Jorge Pla-García

Investigador del Centro de Astrobiología del CSIC y colaborador de la NASA

En cuanto a los recursos económicos, el precio estimado de una misión tripulada a Marte ronda los cientos de miles de millones de dólares. “Es un viaje carísimo”, recalca. Y, por último, está el factor geopolítico. La cooperación internacional, esencial para un proyecto de esta magnitud, se ve afectada por las tensiones globales. Aun así, Pla-García confía en que la competencia con China podría acelerar los plazos: “Con la entrada de China los plazos se van a acelerar, porque es un azicate para Estados Unidos”.

¿POR QUÉ NO VOLVER A LA LUNA PRIMERO?

Antes de poner un pie en Marte, la comunidad científica apuesta por volver a la Luna. El objetivo no es solo simbólico: se trata de utilizar nuestro satélite como un campo de pruebas real. “Lo vamos a utilizar como laboratorio para luego ir a Marte”, explica Pla-García. Esta estrategia forma parte del programa Artemis, que pretende ensayar allí muchas de las operaciones necesarias para una misión marciana.

Con la fecha prevista entre 2040 y 2050, es muy probable que los futuros astronautas que viajarán a Marte ya estén en proceso de formación. “Yo creo que lo vamos a ver en nuestro tiempo de vida. Soy optimista”, afirma Pla-García. Aunque matiza que los científicos suelen ser más cautelosos que las estimaciones de empresas como SpaceX, cree que el objetivo es factible si se mantienen los esfuerzos actuales.

Uno de los aspectos que más preocupa a los investigadores es el entorno marciano. Marte tiene una atmósfera muy distinta a la de la Tierra: “Está compuesta únicamente por CO2, no hay oxígeno, y la temperatura media son 50 grados bajo cero”, señala Pla-García.

Las pruebas para viajar a Marte cada vez van más allá

Afortunadamente, ya se están realizando pruebas con tecnologías capaces de generar oxígeno a partir del CO2. El rover Perseverance, por ejemplo, ha demostrado que este proceso es posible, lo que abre la puerta a sistemas de soporte vital sostenibles.

esto es lo que se tarda en llegar a marte: casi un año entero

Llegar a Marte no será un paseo. Solo el trayecto de ida puede durar entre seis y nueve meses, dependiendo de la posición de ambos planetas. A eso hay que sumarle la estancia en Marte y el viaje de regreso. “Nos vamos a dos años y medio, que es realmente algo complejísimo y todavía nos faltan muchas incógnitas por resolver”, explica el investigador.

Además de los retos tecnológicos, hay importantes riesgos humanos. La radiación cósmica, por ejemplo, es uno de los peligros más serios para los astronautas. “Sabemos apantallarnos bien frente a los rayos ultravioletas solares, pero con los cósmicos es más complicado”, dice.

El aislamiento psicológico es otro de los factores críticos. “Estar tanto tiempo encerrado en una nave de forma aislada nos lleva al extremo de nuestra capacidad psicológica”, advierte. Las pruebas en la Tierra han demostrado que el monótono menú alimenticio puede convertirse en una gran barrera emocional para los tripulantes.

Aunque pueda sorprender, el cine actual refleja cada vez mejor la realidad de las misiones espaciales. “Hollywood nos está contactando a muchos científicos para asesorarlos y son realmente impecables”, señala Pla-García. Películas como Marte (The Martian) o Interestelar cuentan con un nivel técnico muy alto. “Todo lo que hacemos en Marte es lo que se ve reflejado en la película”, apunta. Lo que es ciertamente ilusionante es que no queda tanto para 2040.