Denuncian que un alcalde del PSOE exige sexo a cambio de una plaza de funcionaria

El Partido Socialista afronta un nuevo frente interno relacionado con sus protocolos contra las agresiones machistas. Según ha desvelado el periodista Nacho Abad, en el programa 'Herrera en COPE', varias mujeres del ámbito socialista en Galicia han denunciado por acoso sexual a José Tomé Roca, un peso pesado del partido en la región. Tomé, de 67 años, es alcalde de Monforte de Lemos desde 2015, presidente de la Diputación Provincial de Lugo desde 2019 y miembro del Comité Federal del PSOE, el núcleo de confianza de Pedro Sánchez.

“Si quieres algo, te tienes que acostar conmigo”

La denuncia más grave, según la información de Abad, proviene de una joven de entre 20 y 30 años. Los hechos habrían ocurrido a finales del pasado verano, cuando José Tomé la citó en un bar para hablar sobre unas plazas en el Ayuntamiento. Según su relato, el alcalde le dijo que, para tener alguna posibilidad, debía darle una “recompensa”. La denunciante afirma que Tomé fue explícito: “si quieres algo, te tienes que acostar conmigo”. Tomé le habría asegurado que estudiar no le serviría de nada: “Si yo quiero que tú apruebes, apruebas. Si no quiero que apruebes, no apruebas”. La respuesta de ella fue contundente: “Yo no soy ninguna prostituta, no quiero absolutamente nada”.

Si quieres algo, te tienes que acostar conmigo"

José Tomé

Presidente de la Diputación Provincial de Lugo y alcalde de Monforte de Lemos

Un secreto a voces en el seno del partido y fuera de él

El caso de esta joven no sería aislado. Nacho Abad asegura que, aunque en el canal interno del PSOE hay dos denuncias y cuatro testificales, ha hablado con un total de seis mujeres que se declaran víctimas. Una de ellas describe un patrón de conducta continuado: “Lleva tiempo acosando sexualmente a muchas de las mujeres del partido de toda la provincia de Lugo. Le da igual que seas militante, simpatizante, concejala, trabajadora, alcaldesa, periodista o diputada, no se salva ninguna”. Esta misma denunciante afirma que los tocamientos no autorizados, que el Código Penal califica como agresión sexual, son parte de sus “actitudes asquerosas”.

El testimonio de otra afectada refleja la desprotección que sienten las víctimas: “Sus actitudes son asquerosas, desde comentarios totalmente fuera de lugar hasta tocamientos no autorizados. No le vale que le digas que no, o que te intentes apartar, seguirá insistiendo hasta que caigas”. La denuncia concluye con una dura crítica al partido: “Duele ver cómo un partido en el que confiaba y se autoproclamaba como el partido de las mujeres nos ignora completamente y protege a los abusadores como este. En toda la provincia, esto es un secreto a voces”.

Duele ver cómo un partido que se autoproclamaba como el de las mujeres nos ignora y protege a los abusadores"

Víctima de acoso

La cúpula gallega del PSOE, señalada

Las denuncias no solo apuntan a Tomé, sino también a la cúpula del PSdeG-PSOE por su presunta inacción. Según consta en los formularios del canal de denuncias del partido, a los que ha tenido acceso el periodista, las víctimas comunicaron previamente los hechos a altos cargos. Entre los señalados están José Ramón Gómez Besteiro, secretario general de los socialistas gallegos; Lara Méndez, su secretaria de organización; y Pilar García Porto, secretaria de organización del PSOE en Lugo.

A pesar de que las denunciantes aseguran haber informado a la dirección, las respuestas que habrían recibido son: “no es para tanto” o  “él es así", haciéndolas sentir que “la exagerada eres tú" o " has hecho tú algo para provocarlo”. Por su parte, Gómez Besteiro ha declarado públicamente: “A mí no me consta ninguna denuncia de ninguna compañera del partido ni de fuera del partido”. Añade que, si la hay, serán “inflexibles en la aplicación” de sus protocolos.

Nacho Abad ha comparado esta situación con otros casos recientes que han afectado al PSOE, como el de Paco Salazar o el de Antonio Navarro en Torremolinos, donde el partido tardó meses en actuar. Según el periodista, esta aparente lentitud responde a una lógica en la que el feminismo parece estar subordinado a la conquista del poder, ya que reconocer la existencia de acosadores podría restarles “fuerza electoral”. Mientras tanto, en el caso de Navarro, la inacción inicial ha llevado el asunto a la Fiscalía, que ya ha abierto diligencias.