La economía sumergida está descendiendo en España. Eso es lo que dice un estudio del 'Financial Times'. Hay que recordar que en 2018, el Fondo Monetario Internacional estimaba que la economía sumergida en España equivalía al 17,2 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB). Cifra que era algo menor que la de otros países mediterráneos, como Italia y Grecia, pero superior al resto de la Unión Europea.

A principio de los años 90, la actividad económica informal en España aumentó por el endurecimiento de las leyes fiscales, que buscaban convalidar nuestro país con el modelo tributario del continente europeo. Pero, la buena noticia, es que dicha actividad irregular ha disminuido. La crisis sanitaria ha hecho emerger actividades económicas que antes se mantenían en la clandestinidad. Esto se dio porque muchas personas comprendieron que si tenían contratos legales, podrían solicitar todo tipo de ayudas ante el dram que estábamos viviendo.

Es por este motivo que, una parte importante de esta economía sumergida se registra en las estadísticas públicas, lo cual tiene un impacto en la recaudación de impuestos. Algo que se suma al resto de condicionantes que están suponiendo un aumento récord en los ingresos tributarios por parte del Estado.

Según el diario económico británico, el 'Financial Times', lo que está pasando con nuestro país, en cuanto al incremento de recaudación fiscal, no tiene comparación con ningún otro sitio. Hasta ahora, la dependencia del Sector Turístico, el alto desempleo, la complejidad del sistema fiscal y la falta de confianza en las instituciones gubernamentales eran un caldo de cultivo importante para este modelo productivo al margen de la contabilidad nacional. Pero, ahora podría estar cambiando. Y eso, se mire por donde se mire, son buenas noticias.

El problema es el uso del incremento de la recaudación de la recaudación fiscal inédita. De enero a noviembre del año pasado, los ingresos fiscales netos alcanzaron su nivel más alto desde que existen registros. Hablamos de una aportación adicional de 33.000 millones de euros a las Arcas Públicas. Y, a esto, se deben sumar a los 27.000 millones de más que se sumaron en 2021. Un aumento que proviene de esa economía positivada, de la inflación y de un rebote económico que todavía está en recuperación. De hecho, la contribución suplementaria de este mismo año supone el pago de todos los intereses de Deuda previstos para el año que viene.