El estado de salud de Alfredo Pérez Rubalcaba es muy delicado tras el ictus que sufrió este miércoles. Además de hombre de Estado, el político es profesor de Química Orgánica en la Universidad Complutense de Madrid, donde volvió en 2014 después de 30 años sin impartir docencia. Podría haber optado por algún consejo de administración, pero no lo hizo.

Este viernes una alumna suya y la madre de otro pupilo han intervenido en 'Herrera en COPE', donde han dado cuenta de la labor de Rubalcaba como profesor. Según ha dicho Emilia Muñoz, alumna de Rubalcaba en 2º de Químicas, era “muy buen” docente.

“No lo digo yo, lo dice todo el mundo que lo ha tenido. En general era un profesor súper agradable, muy cercano y explicaba súper bien”, ha manifestado.

Emilia ha dicho que cuando los alumnos se acercaban a él a preguntarle alguna duda o iban a alguna revisión, solía charlar con ellos “de cualquier otra cosa y se intesaba” por ellos. “Siempre ha sido muy cercano”, ha dicho. Por eso, el sentimiento entre los universitarios es de “preocupación” porque le tienen “mucho cariño”.

Las palabras de Emilia han sido compartidas por Ruth, madre de un alumno de Alfredo Pérez Rubalcaba que ha decidido seguir sus pasos en el campo de la Química Orgánica. Cuando su hijo le confesó que tenía al exministro como profesor, pensó que no iba a aparecer por clase, pero se equivocó. “Le daba clase teórica y práctica en los laboratorios por las tardes”.

Visiblemente emocionada, ha dicho que el exsecretario general del PSOE no quería que lo llamaran Rubalcaba, sino Alfredo o, como mucho, Pérez. Un día les contó a sus alumnos que él se había metido en política “con la idea de que iba a ser por poco tiempo, pero al final había sido toda la vida”. Sin embargo, su vocación era la Química.

Según ha dicho, en clase están “todos pendientes” porque es una persona muy querida y admirada, lo que da cuenta de la talla humana de este hombre de Estado bajo cuya gestión se puso fin al terrorismo de ETA.