El coronavirus ha puesto en riesgo la salud de nuestra sanidad. Durante meses hemos visto hospitales colapsados, UCIs completamente llenas y personal sanitario trabajando muy por encima de sus posibilidades.

Se trata de una realidad que no deberíamos olvidar. Tampoco las consecuencias del virus en quienes lo han sufrido. Y en la larga recuperación a la que muchos pacientes que han pasado por las Unidades de Cuidados Intensivos deben someterse.

El Hospital Gregorio Marañón es pionero en la creación de un programa especializado que consiste en ayudar, tanto física como psicológicamente a los pacientes dados de alta de la UCI. Un programa que ofrece todos los servicios para paliar las necesidades de los pacientes después de un ingreso.

Este mediodía, en 'Herrera en COPE', hemos hablado con el doctor Javier de Miguel, coordinador del Programa Recuperación del paciente Covid tras la UCI. El doctor ha admitido que siente una “emoción muy grande” cuando un paciente recibe el alta “que refleja todo el trabajo realizado” para hacer “todo lo posible por los pacientes”.

El programa, ha contado, reúne a doctores de muchas disciplinas. “Neumología, medicina interna, profesionales de servicios de rehabilitación, psiquiatría, nutrición y enfermedades infecciosas”, ha enumerado.

Limitaciones de los pacientes tras abandonar la UCI

El doctor Javier de Miguel ha explicado que “todos tienen un perfil común” que conjugan limitaciones funcionales y debilidad muscular que no les permitía realizar tareas normales como vestirse o levantarse de la cama. Asimismo detectaron que estos pacientes presentaban déficits nutricionales y alteraciones neuropsiquiatricas, ya que fueron sedados en el momento “de mayor incidencia de la pandemia”.

Sobre las comparaciones que se hicieron hace solo unos meses entre el coronavirus y la gripe, el doctor ha afirmado “que la transmisión es mayor y la afectación más intensa”.

“En 25 años, nunca había visto pacientes que salían con esa afectación y tan numerosos a la vez”, ha admitido. Finalmente, y en contra de la creencia popular que existe de que los jóvenes pasan la enfermedad de forma asintomática, ha querido recordar que no es del todo cierto. “Ser joven no te libra de la enfermedad” y cree necesario concienciar a la gente de la necesidad “de seguir las medidas recomendadas para cortar la transmisión de la enfermedad”.

“Los jóvenes pueden transmitirla a sus familiares, que sí pueden más probabilidades de una enfermedad más grave”, ha recordado.