El estudio de las aguas residuales es, sin duda, el método y medio para conocer enfermedades que están afectando a la población y, una vez conocidas, poner remedio para superarlas.

Es, además, una forma de alertar sobre qué infecciones están en medio de nosotros como se detalla en el informe: “Seguimiento de la pandemia Covid19 mediante análisis de las aguas residuales. Estudio piloto en municipios de la provincia de Castellón (COVID_WASTEWATER)”. En este estudio podemos leer que "el análisis de las aguas residuales con fines epidemiológicos (WBE) ha mostrado ser una aproximación poderosa y útil que permite monitorizar hábitos y estilos de vida de una población, como por ejemplo, el consumo de drogas de abuso y nuevas sustancias psicoactivas, fármacos, alcohol, tabaco, hábitos nutricionales, prevalencia de enfermedades como cáncer de próstata, uso de esteroides anabolizantes y otros agentes de dopaje en el deporte, exposición a contaminantes como plaguicidas o ftalatos derivados de plásticos, entre otros campos. Mediante la determinación de (bio)marcadores específicos excretados en orina o heces, se puede llegar conocer sus concentraciones en las aguas residuales urbanas.(...) Los datos existentes refuerzan la hipótesis de que el análisis de las aguas residuales puede ser de gran utilidad en el seguimiento de la pandemia Covid-19".

¿Y qué nos dicen las aguas residuales acerca de la evolución actual de la pandemia? Como ha explicado en "Herrera en COPE" la microbióloga del Instituto de Investigación Biomédica de La Coruña, Margarita Poza Domínguez, "la cosa está más o menos igual, la pendiente que teníamos muy pronunciada debido a la presencia de ómicron está descendiendo, ya vislumbramos lo que sería un pico y puede que en los próximos días cambie la tendencia. La proporción de ómicron es absolutamente predominante tanto en la propia ciudad, en Coruña como en las poblaciones de alrededor".

¿Cómo son los análisis, cómo es el proceso? "Es un proceso largo y con un equipo muy grande y multidisciplinar, desde la depuradora nos traen tres veces a la semana aguas residuales de la ciudad de la Coruña y de toda el área de alrededor, y primero sucede un procesamiento de las muestras que dura 8 horas, a continuación extraemos el ARN de los virus, tenemos muestras muy concentradas porque no solo hay coronavirus, también hay otros virus, y a partir de ahí se ve cuántas copias por litro de agua hay del virus mediante proceso de PCR y hacemos cuantificación del virus. Y por otro lado, hacemos también secuencia del material genético y de las variantes del virus en el agua", explica la microbióloga Poza que señala que "con la ayuda de matemáticos e informáticos se puede extraer las secuencias de cada variante que hay en el agua".

En el Instituto de Investigación Biomédica de La Coruña comenzaron con este estudio de las aguas residuales desde el principio de la pandemia, desde el 14 de abril de 2020 a hacer este proyecto.

Destaca Margarita Poza Domínguez que las aguas residuales son muy fiables en cuanto a la evolución de la pandemia que el seguimiento desde los sistemas de salud, "son sistemas de seguimiento distintos, nosotros vemos la pandemia como algo global, nosotros rastreamos a 400.000 individuos en una sola muestra, y podemos ver si hay más o menos virus, si baja o sube, nos da un valor estadístico importante: por otro lado, el Sistema Sanitario va individuo por individuo, pero son casos que son la punta del iceberg. Por mucho que se hagan test de antígenos o PCRs no somos capaces de hacer tres veces a la semana un análisis de la población. Las aguas residuales, sin embargo, sí permiten hacerse una idea global. En el sistema sanitario se ven 50 pacientes a la semana y nosotros 400. 000. La idea global de la pandemia es más real desde el análisis de las aguas residuales que desde el punta de vista de los propios pacientes".