Jorge Bustos, presentador de Herrera en COPE: "El sanchismo, no contento con haber purgado a David Alandete de El País, pretende ahora ponerle una mordaza por hacer preguntas que molestan a su Pedro"
El periodista responde al ministro Óscar Puente después de haberle llamado poco patriota por su pregunta a Donald Trump en la Casa Blanca
Madrid - Publicado el
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La controversia desatada entre el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, y el corresponsal de COPE y ABC en Washington, David Alandete, tras la pregunta de este último al expresidente estadounidense Donald Trump sobre el gasto en Defensa de España, ha encontrado un eco contundente en las ondas de la COPE. Jorge Bustos, en su espacio dentro de ‘Herrera en COPE’, no ha dudado en salir en defensa de su compañero y en lanzar una dura crítica contra el Gobierno de Pedro Sánchez y, específicamente, contra los supuestos “lameculos” del ministro Puente.
El origen del conflicto se remonta a la pregunta que Alandete formuló a Donald Trump durante una rueda de prensa, en la que el periodista indagó sobre las posibles sanciones a España por no alcanzar el objetivo de gasto del 2% del PIB en Defensa, comprometido con la OTAN. La reacción del ministro Puente no se hizo esperar, tildando al corresponsal de “poco patriota” a través de la red social X, una acusación que incendió inmediatamente el debate público y las redes sociales.
Frente a esta acusación, la réplica desde la cadena COPE ha sido firme y unánime. Pero ha sido la intervención de Jorge Bustos la que ha puesto el punto más exclamativo a la defensa corporativa. Con una contundencia característica, Bustos ensalzó la labor de Alandete en Washington, contrastándola con lo que, a su juicio, es una dejación de funciones por parte de los servicios públicos de información alineados con el Ejecutivo.
“La mejor forma de que tenemos de enterarnos de lo que piensa Donald Trump acerca de España es escuchar la COPE”, afirmó Bustos con rotundidad al micrófono, “porque COPE tiene a un corresponsal en Washington que hace el trabajo que los lameculos de Pedro Sánchez o de Óscar Puente dejaron de hacer hace mucho tiempo”. Esta declaración, que da título a esta información, no deja lugar a dudas sobre su posición: la labor de los corresponsales de los medios públicos, en su opinión, ha sido suplantada por una lealtad incondicional al Gobierno, vaciando de sentido su función informativa.
Bustos no solo defendió el derecho de Alandete a preguntar, sino que enmarcó su pregunta como un ejercicio de periodismo necesario y valioso, precisamente en un contexto internacional donde la posición de España es objeto de escrutinio. El presentador conectó directamente esta polémica con el lema de la emisora, “La verdad os hará libres”, insinuando que el intento de desacreditar a Alandete forma parte de una estrategia más amplia de control de la narrativa. “Ni van a callar a David, ni van a callar a nadie de esta casa”, sentenció, dejando clara la postura de la cadena ante lo que perciben como un ataque a la libertad de prensa.
la pregunta que irritó al Gobierno
Para comprender la magnitud de la réplica de Bustos, es necesario regresar a los hechos que desencadenaron la crisis. David Alandete, en una conversación con Fernando de Haro en ‘La Mañana Fin de Semana’, también en COPE, explicó con detalle el proceso que le llevó a formular su pregunta a Trump. Según relató, el tema de las posibles sanciones a España por su bajo gasto en Defensa ya había sido mencionado por el propio Trump días antes, durante la visita del presidente de Finlandia, Alexander Stubb, al Despacho Oval.
David Alandete
Posteriormente, en la rueda de prensa con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, Alandete consideró oportuno profundizar en el asunto. Su pregunta fue directa: “Señor presidente, usted está hablando ahora de gasto militar, usted ha dicho que quiere expulsar a España de la OTAN. Eso no se puede hacer porque no se contempla. Y usted ha dicho que quiere aplicar sanciones, pero si se las aplica se las tendría que aplicar en principio a toda la Unión Europea. Y yo creo que mi pregunta es bastante sencilla, ¿cuál es la alternativa? ¿O está pensando en alguna otra opción?”.
La respuesta de Trump, en la que señaló que serían los países de la UE “los que deberían estar indignados” por tener que cargar con posibles sanciones colectivas, fue la chispa que encendió la mecha en el Gobierno español. La interpretación desde La Moncloa fue de “provocación” y, según Alandete, de una “actitud extremadamente totalitaria” hacia su trabajo.
patriotismo vs. libertad de prensa
La acusación de “poco patriota” lanzada por el ministro Puente sitúa el debate en un terreno pantanoso: la definición misma del patriotismo en una democracia. Para el Gobierno, la pregunta de Alandete, al dar cancha a las declaraciones de un líder que ha mostrado abiertamente su escepticismo hacia la OTAN y que amenaza con sanciones, perjudica la imagen de España en el exterior. Para la COPE y sus comentaristas, como Bustos, es exactamente lo contrario: es un acto de servicio público que informa a los ciudadanos sobre las amenazas reales que se ciernen sobre la posición internacional del país.
Más sobre David Alandete
La réplica de Alandete al ministro en la red social X fue igualmente contundente: “un ministro de quinta, sin el menor respeto por las garantías constitucionales, pretenda desacreditar mi trabajo es, sinceramente, un honor”. Esta frase refleja la percepción en algunos sectores periodísticos de que el ataque es, en realidad, una validación de la independencia y el rigor de su trabajo.
En esta misma línea, Fernando de Haro, en su espacio, había subrayado previamente que “los periodistas estamos aquí para preguntar a quien haga falta porque es nuestra obligación, porque nos debemos a nuestra audiencia y porque vivimos en una democracia”. Una afirmación que Bustos lleva al extremo al cargar contra lo que él considera la sumisión de los servicios informativos estatales.
La intervención de Jorge Bustos, por tanto, trasciende la anécdota concreta para convertirse en un alegato sobre el papel del periodismo en una sociedad libre. Al calificar a los supuestos “lameculos” de Puente, Bustos dibuja una línea roja entre el periodismo que, como el de Alandete, busca la verdad aunque sea incómoda para el poder, y lo que él entiende como una comunicación oficialista y acrítica. En el epicentro de esta tormenta política y mediática, la COPE ha elegido su bando, erigiéndose en bastión de una libertad de expresión que, desde su perspectiva, se ve amenazada por las descalificaciones de un Gobierno que no tolera el cuestionamiento. La polémica, lejos de apagarse, sigue su curso, alimentada por declaraciones tan incendiarias como las del propio Bustos.