Luis del Val, a Sánchez: “Usted no ha acabado con ETA, es solamente el protector de los asesinos en paro"
Habla el profesor de las palabras de Pedro I, El Mentiroso, sobre la listas electorales con etarras de Bildu
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Luis del Val pone el foco de la imagen del día de ‘Herrera en COPE’ en las declaraciones de Pedro Sánchez sobre las listas electorales con asesinos de ETA en Bildu:
Ayer, cuando escuché a Pedro I, El Mentiroso, acusar a un partido rival de politizar a los muertos por ETA, me acordé de doña Engracia.
Doña Engracia tenía un burdel en una población aragonesa de unos 12.000 habitantes, a la que acudían como clientes muchos hombres de los pueblos de alrededor, que salían de noche de sus casas, diciendo que iban a regar, y lo que hacían era acercarse al burdel de doña Engracia.
Doña Engracia, vestía de luto, y cuando en las tiendas a las que iba a comprar veía a alguna ama de casa con mucho escote o falda corta, mostraba un mohín de disgusto y, al salir, la criticaba por ir vestida de manera indecente.
Pues bien, ayer, doña Engracia, perdón, quiero decir Pedro I, El Mentiroso, que se ha pasado toda la legislatura politizando a los muertos de hace medio siglo o hace más de ochenta años, y presumiendo de que por eso pasará a la Historia, se quejó de las protestas clamorosas contra un partido, con el que el PSOE mantiene pactos, lleve a sus listas a asesinos y terroristas.
Hace falta un cinismo de alto voltaje para semejante desfachatez.
Y es que el secuestrador en paro, Otegi, líder del partido con el que pacta Pedro I, El Mentiroso, le ha destrozado la campaña, incorporando asesinos a sus listas.
Por eso, estuvieron mudos casi 48 horas, hasta que el clamor era tan notorio, que salieron diciendo que eso era indecente. Sí, es indecente pactar con los que consideran que asesinar con explosivos o con un tiro en la cabeza a personas indefensas es tarea de valientes gudaris.
Es indecente que pactaran con Bildu el Gobierno de Navarra, y que la presidenta, gracias al partido de los asesinos, dijera que eso era estrictamente legal.
Hay que ser muy indecente para no mover un dedo ante esa chulería, provocadora de náuseas en cualquier ciudadano que sea eso: simplemente decente.
Hay que ser una sartén muy negra para decirle al cazo que, cuidado, no le vaya a manchar.
Y es que, mientras usted copiaba su tesis doctoral morían guardias y policías a montones. Y periodistas como Iñaki Gabilondo, Luis Del Olmo, Federico Jimenez Losantos o Carlos Herrera tenían que ir con escolta. Y, a veces, con una caja de puros que pudo explotar.
Y usted no ha acabado con ETA. Usted es solamente el protector de los asesinos en paro, que lo niega con su arma maestra: la mentira.