Carlos Vicente Escrich, perito de tráfico: "No es cierto que la baliza V16 envíe los datos de geolocalización cuando está apagada, sólo lo va a hacer cuando esté encendida"

La nueva baliza de emergencia V16 será obligatoria a partir del 1 de enero de 2026, pero la realidad es que existe un gran desconocimiento en torno a ella. Según una reciente encuesta, el 80% de los conductores aún no la ha comprado y menos del 10% se siente suficientemente informado. Para arrojar luz sobre este asunto, el perito en accidentes de tráfico, Carlos Vicente Escrich, ha intervenido en el programa 'Herrera en COPE', con Jorge Bustos, para resolver las dudas y desmentir los bulos que rodean a este nuevo elemento de seguridad vial.

Precio y homologación: ¿cómo acertar en la compra?

Una de las primeras cuestiones es el precio, que varía entre los 30 y los 90 euros, y cómo asegurarse de que el dispositivo es legal. Escrich ha explicado que para verificar su validez basta con "entrar en la página de la DGT", donde un buscador permite comprobar si el "código de homologación" de la baliza está en el listado oficial. El experto considera que la diferencia de precios responde más a estrategias comerciales del momento que a una mayor o menor calidad del producto.

La privacidad, a salvo: solo envía datos al activarse

La preocupación por la privacidad es otro de los puntos calientes, ya que la baliza incorpora un geolocalizador que envía la posición del vehículo a la DGT. Sin embargo, Carlos Vicente Escrich ha sido tajante al aclarar que el dispositivo no rastrea la ubicación de forma constante. "Me han comentado muchos conocidos que están constantemente conociendo tu ubicación, y no es cierto", ha afirmado, explicando que solo se conecta para enviar la señal en el momento necesario.

La DGT no incluye ningún dato que no sea simplemente la geolocalización"

Carlos Vicente Escrich

Perito de tráfico

De hecho, la Agencia Española de Protección de Datos ya ha confirmado que la V16 solo transmite la geolocalización y únicamente cuando el conductor la activa manualmente en caso de avería o accidente. "La DGT no incluye ningún dato que no sea simplemente la geolocalización", ha insistido el perito. Además, ha matizado que la posibilidad de ceder voluntariamente esos datos a terceros, como las compañías de seguros, es "algo opcional y personal" del usuario.

El fin de los triángulos: más seguridad en la carretera

La implantación de la V16 supone el adiós definitivo a los triángulos de preseñalización, una evolución que Escrich considera lógica y necesaria. El experto ha justificado el cambio con cifras: en 1999 había "2,5 millones de vehículos y 4.600 kilómetros de autopistas", mientras que hoy el parque móvil asciende a casi "34 millones de vehículos" y la red de vías de alta capacidad supera los 17.000 kilómetros.

En el escenario actual, los triángulos han perdido su eficacia. El perito ha señalado que es muy raro verlos bien colocados: "no sé si alguien ha visto un triángulo puesto a la distancia correcta o en vertical en la mayoría de ocasiones". Esto impide que el resto de conductores puedan reaccionar a tiempo, ya que "o no está o no se ve o la distancia es de 10 metros, totalmente insuficiente", algo que con la nueva baliza V16 geolocalizada no ocurrirá.

Respecto a por qué España es el país pionero en adoptar esta tecnología, Escrich ha explicado que es porque "es el que la ha desarrollado y la ha creado". Aunque el sistema se presentó en Europa hace dos años y "gustó", los procesos de normalización a nivel comunitario son lentos. Para viajar fuera de España, donde la geolocalización no funcionará, el experto recomienda por prudencia "llevar los triángulos y el V-16", ya que no ocupa espacio.

Finalmente, su uso es extremadamente sencillo, ya que no hay que registrarla ni activarla de ninguna forma. "No hay que hacer absolutamente nada con ella, simplemente la metemos en el coche" y nos olvidamos "hasta que la necesitemos", ha comentado Escrich. Concluye con una reflexión: "la mejor V-16 es aquella que no usemos", al igual que ocurre con los seguros.