“Benilo  ponía una nota de sentido común en mi blog: “Estoy hasta las narices de que tomen por subnormal. Por favor,  ¿quién se va a creer  que en la Moncloa no se cambian los colchones  cuando hay cambio de inquilino? Ya está bien de gilipolleces, un respeto”. Comentaba en mi entrada de las ocho y cuarto que esto del cambio de colchón es mentira, una más. ¿A las niñas no les cambiaron los colchones?¿Tuvieron las pobres que dormir en los mismos colchones que los hijos de Don Mariano?¿No se les pegará algo?

Luego están las indiscreciones sobre sus conversaciones con el Rey, la afinidad que le ha producido con la Reina el hecho de que ambos estudiaron en el mismo colegio, algo que establece más complicidades, si cabe, que dormir en el mismo colchón, dicho sea con las necesarias cautelas. Por otra parte, ¿No te parece a ti que el refranero sobre la opinión no se refiere tanto al mueble y a su uso sucesivo como a la cohabitación, al hecho de compartirlo?

Yo creo que mañana hay una crónica en la presentación del libro: el bochorno, si lo hubiere, de los presentadores. La negra está exenta, tal como decía un tremendo chiste de Chumy Chúmez en el que dos esclavistas comentaban látigo en mano: “”¡Qué suerte tienen los negros! Como son negros no se les notan los cardenales”. Cabe plantearse si acudirán todos los ministros y si aplaudirán puestos en pie, como le aplaudieron en La Moncloa cuando volvía del mitin en el que anunció la buena nueva del 28 de abril. Marlaska, Borrell, ahí os quiero ver. ¿Acudirá el propio presidente? ¿Podrán reprimir la risa los asistentes con más lecturas? La vida moderna, querido Herrera, es un catálogo de incertidumbres. 

Reproducía yo en El Mundo la pertinente observación de Rosa Díez: “Todo, hasta lo que parecía imposible, degener: la primera decisión de Zapatero, como presidente fue sacar a las tropas de Irak. La de Sánchez, cambiar el colchón de su cama”. No se puede decir con más precisión. Estamos gobernados por un psicópata.

Luego está lo de confundir a Fray Luis de León con San Juan de la Cruz, lo que no debe llevar a espanto a quienes ya le habíamos oído decir que Soria es la ciudad natal de Antonio Machado. 

Por lo demás, la aparición del libro ha venido a extender un velo bastante tupido sobre la declaración de dos de los presuntos golpistas ante el Supremo: Jordi Turull y Raül Romeva. Mintieron como bellacos aunque de manera menos vistosa que el presidente del Gobierno. Ambos defendieron su legitimidad para organizar un referéndum de autodeterminación, sin re parar en que el artículo 2 de la Constitución lo deja claro: “La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la nación española, , patria común e indivisible de todos los españoles, etc. etc.

No eran los más listos de la peña, por eso no hay que tomarles en cuenta que no supieran cómo se organizó aquello, quien pagó las misas, etc”.