Jorge Bustos, desde el Tribunal Supremo, antes del juicio a García Ortiz: "Podrían poner aquí una placa para Herrera en COPE por las veces que venimos por casos de corrupción del PSOE"
El comunicador se traslada hasta el Alto Tribunal, donde este lunes arranca el proceso contra el Fiscal General del Estado
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El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, se enfrenta desde este lunes a un juicio histórico en el Tribunal Supremo. Por primera vez en la historia de la democracia española, un fiscal general en activo se sienta en el banquillo de los acusados. La expectación es máxima en las inmediaciones del alto tribunal, que se encuentra vallado y con presencia de medios, tal y como ha informado el periodista Jorge Bustos desde el programa 'Herrera en COPE' junto a Carlos Herrera.
Una filtración para dañar a un rival político
García Ortiz está procesado por un presunto delito de revelación de secretos, relacionado con la filtración de información personal y confidencial de la pareja de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. Según ha contextualizado Bustos, esta maniobra se orquestó presuntamente "para dañar precisamente una rival política y desviar la atención de los problemas de corrupción del entorno del gobierno", justo cuando estalló el 'caso Begoña'. El periodista ha subrayado la gravedad del hecho, afirmando que es la primera vez que "un fiscal general del estado, que sigue siéndolo porque se niega a dimitir, va a sentarse en el banquillo como procesado por ser un presunto delincuente".
Un fiscal general del estado se sienta en el banquillo como presunto delincuente"
Herera en COPE
Casi 40 testigos
El juicio se prolongará durante seis días y contará con la declaración de cerca de 40 testigos. Durante la jornada de hoy está previsto que declaren varios fiscales, mientras que el propio Álvaro García Ortiz será el último en hacerlo. Desde las puertas del Supremo, Jorge Bustos ha comentado con ironía la frecuencia de sus visitas al tribunal por asuntos relacionados con el PSOE: "Podría poner una placa para Herrera y Cope, por la cantidad de veces que los casos de corrupción del PSOE nos obligan a venir aquí, al Supremo".
Bustos explica el caso García Ortiz'
En su análisis en 'Herrera en COPE', el periodista Jorge Bustos enmarca la situación del fiscal general en un acto de "servilismo a la estrategia de Moncloa". Para ilustrarlo, recurre a una analogía con la película 'Heat', comparando a Álvaro García Ortiz con un personaje atado a un código que no puede quebrar. Según Bustos, el fiscal general quiso "salvar un matrimonio, pero no el suyo, sino el matrimonio que forman Pedro Sánchez y Begoña Gómez", y para ello "decidió ponerse a su servicio traicionando la dignidad de su cargo". Este lunes, expone el comunicador, España ofrece "el espectáculo inédito del máximo responsable de perseguir el delito en nuestro país, sentándose en el banquillo de los acusados por cometer él mismo presuntamente un delito". Lo más asombroso, para Bustos, es que "se niega a dimitir porque sigue obedeciendo a su único patrón, que es Pedro y que le ha pedido que aguante".
El origen del caso, según relata el periodista, se remonta a la noche del 13 de marzo de 2024, cuando 'El Mundo' publica que la fiscalía había ofrecido un pacto a la pareja de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador. Bustos sostiene que este no era un caso cualquiera, sino una operación de Estado contra un ciudadano particular. En su opinión, alguien en Moncloa o Hacienda se percató de que González Amador era pareja de la presidenta madrileña en pleno estallido del 'caso Begoña'. “Presi, desviemos hacia Yuso toda esa atención que ahora está en Begoña”, recrea Bustos el supuesto plan. A partir de ahí, argumenta, "se movilizaron todos los resortes del Estado contra un ciudadano particular que tenía efectivamente un pleito con el fisco", algo que "ocurrió solo porque era el novio de Ayuso".
Bustos detalla cómo, supuestamente, se desarrolló esta "operación de estado" que implicó a Hacienda y al propio fiscal general. Describe a un García Ortiz "impaciente por complacer al matrimonio Sánchez-Gómez", que saca a un fiscal de un partido de fútbol para pedirle documentos y ordena que se los reboten a una cuenta personal de Gmail para no dejar rastro. El objetivo, según el comunicador, era presionar a sus subordinados para filtrar una nota de prensa con información confidencial extraída de los correos entre el fiscal del caso y el abogado de González Amador. En este punto, Bustos destaca la figura de dos fiscales: una que "se presta solícita a la operación" y otra, Almudena Lastra, que "se niega a obedecer" y que, según el periodista, relatará las presiones en el juicio.
La frase que, para Jorge Bustos, "delata la finalidad política de la filtración" es la que supuestamente García Ortiz le dirigió a la fiscal Almudena Lastra: "Almudena, ¿no me coges el teléfono? Si dejamos pasar el momento nos van a ganar el relato". Tras la apertura de la causa por parte del Supremo, Bustos afirma que el fiscal general "se comportó como un delincuente, presa de los nervios, que se pone a destruir frenéticamente las pruebas que lo inculpan": cambió de teléfono, reseteó el terminal y eliminó su cuenta personal de correo. Aunque el Supremo no pudo recuperar los datos, advirtió de que el mero borrado puede fundamentar una condena. Ahora, concluye Bustos, Álvaro García Ortiz se enfrenta a un juicio de seis días con 40 testigos, jugándose una petición de hasta 6 años de cárcel por parte de la Asociación Profesional Independiente de Fiscales.
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