Carlos Herrera revela el obstáculo que ha superado durante la nueva etapa que afronta del Camino de Santiago: "Atención"

Carlos Herrera es un amante empedernido del Camino de Santiago. Cada verano, el comunicador dedica unos días a realizar varias etapas, que va detallando en directo en 'Herrera en COPE'. Y como cada año, la gran aventura acaba llegando a su fin cuando da sus últimos pasos hasta su meta, Santiago de Compostela.

Durante su recorrido por el Camino de Santiago, Carlos Herrera ha relatado su paso por la exigente etapa que une San Feliu de Guíxols con Palamós, a través del conocido camino de Ronda.

 "Las Chirucas van volando", ha comentado sobre sus magníficas zapatillas que le acompañan, mientras describía un paisaje que alterna subidas y bajadas, playas y acantilados, pasando por enclaves como S'Agaró, Playa de Aro y Sant Antoni de Calonge, hasta alcanzar finalmente la villa de Palamós. 

Herrera, por último, ha advertido que el camino requiere atención para no tropezar en algunos tramos abruptos, pero aseguró que la experiencia, con el equipo adecuado —botas, bastón y mochila—, le permite alcanzar el "éxtasis y la felicidad".

MÁS DETALLES DEL ARRANQUE DEL CAMINO DE SANTIAGO DE CARLOS HERRERA ESTE AÑO

Hace unos días, Herrera comenzaba el Camino de Santiago este año. Decía que, si bien el año pasado decidió hacer el Camino Francés, el Camino "por excelencia", este año se ha decantado por el Camino de Ronda, desde donde ha arrancado esta aventura. Eso sí, siempre con sus botas Chiruca a los pies. 

 Carlos Herrera explicaba que el Camino de Ronda "recorre la Costa Brava en su cercanía absoluta, casi acantilada del mar y de las calas". Según el comunicador, "es un viejo camino que en su día los guardias establecieron para controlar a contrabandistas y que, poco a poco, no sin algún que otro tropezón, se ha ido completando". 

 Carlos Herrera explicaba que el Camino de Ronda "recorre la Costa Brava en su cercanía absoluta, casi acantilada del mar y de las calas". Según el comunicador, "es un viejo camino que en su día los guardias establecieron para controlar a contrabandistas y que, poco a poco, no sin algún que otro tropezón, se ha ido completando". 

"Es una buena manera de ir conociendo Blanes, Lloret, Tossa, Palamós, Estartit, Rosas... es un camino exigente, pero nada que no pueda hacerse con unas buenas Chiruca como estas que llevo en los pies, que me van a llevar hoy desde Blanes hasta Lloret de Mar, que es un recorrido, como digo, un poco exigente, pero realmente maravilloso", contaba.