“La lava ha cambiado totalmente los hábitos de alimentación de la fauna de La Palma”
Manuel Nogales, investigador del CSIC, relata en Fin de Semana con Cristina las consecuencias en la flora de la rabia del volcán

Madrid - Publicado el - Actualizado
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Llevamos ya 15 días de erupciones y lo primero en lo que pensamos es en los daños materiales, muy numerosos y costosos. Sin duda nuestro cariño con todos los afectados y ojalá las ayudas, a poder ser mucho más numerosas que las anunciadas, lleguen lo antes posible.
Pero hay más efectos colaterales, entre ellos, los de la fauna. “Para los animales, el escenario es el de una guerra nuclear”, así lo asegura Manuel Nogales, investigador del CSIC y del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología, que lleva 40 años estudiando la biodiversidad canaria y lo cuenta en Fin de Semana con Cristina: “Es la primera vez que se evalúa el efecto del volcán sobre la biodiversidad. Creemos que lo normal es que poco a poco el terreno se va a recuperar y, con él, los animales y las plantas. Los reptiles han sido los que más han sufrido los efectos del volcán, las coladas de lava los han hecho huir, es un drama lo que vivimos diariamente”.
“Mando un abrazo enorme a los que lo han perdido todo. Todo lo que estamos haciendo por la ciencia es interesante pero sentimos una montaña rusa de emociones”, asegura Manuel, “están dando lo mejor del ser humano y estamos muy empáticos con ellos, queremos que la ciencia redunde en la sociedad. Toda inversión en ciencia redundará en bienestar y avance para toda la sociedad”.
El investigador explica que “las aves es el grupo que mejor resiste el avance del volcán. Hemos visto en el mismo cráter animales interactuando con tranquilidad pasmosa. Mantienen los territorios hasta ultimísima hora, yo lo achaco a que la fragmentación especial está perfectamente repartida, no es agradable meterse en territorio vecino porque tendrás pelea. Se mueven cuando no queda otro remedio. Hay animales rapaces que nos han sorprendido porque al no haber lagartos en los primeros metros de la colada hemos visto intentar capturar aves y eso es rarísimo, han cambiado su fuente de alimentación”. En cuanto a las planas, añade que “entre un 40 y un 60 por ciento han muerto o están en muy malas condiciones físicas”.
Con la llegada de la lava al mar, los efectos están siendo instantáneos: “Estuve el otro día en el Ramón Margalef, barco del CSIC, antes de que llegara la lava. Ahora sigue monitorizando el desarrollo y ha ocupado unas 34 hectáreas. Hoy no sé pero el material que salía anoche había un flujo de lava que emanaba de varias fuentes, un caudal muy constante. Los parámetros oceanográficos van a cambiar. La fauna y la flora van a alterarse, hay que tener paciencia pero está todo muy bien monitorizado”.
Para finalizar, Nogales ha mandando un mensaje de optimismo: “El CSIC tiene instrucciones desde el Gobierno de estar aquí siempre y no vamos a dejar sola a la población. Se están volcando con los científicos”.