La reflexión de Gonzalo Miró sobre ser famoso desde el día en el que nació: "Me señalaban por la calle"

Su familia, el trabajo y todo lo que ha rodeado al tertuliano de El Partidazo de COPE le ha tenido en el centro del foco con algunas consecuencias que desgrana

José Manuel Nieto

Publicado el

4 min lectura

"Existen fotos mías de bebé en las revistas del corazón", dice con una naturalidad desarmante. Para Gonzalo Miró, la fama no fue una meta ni una conquista: fue una herencia. Desde que nació, como él mismo reconoce en El Partidazo de COPE, hubo flashes, cámaras y titulares que lo apuntaban no por lo que hacía, sino por ser quien era: el hijo de Pilar Miró.

Más sobre Gonzalo Miró

En una charla tan relajada como reveladora con Carlos Ganga, Miró desnuda parte de su recorrido vital y profesional, marcado siempre por esa exposición pública inevitable. "A mí me señalaban por la calle de pequeño solo por ir con mi madre", confiesa. No es nostalgia, ni victimismo: es constatación. No hay en su discurso rencor, más bien aceptación. “No he vivido un cambio drástico como el de un actor que se hace famoso de la noche a la mañana. Mi vida ha sido siempre igual”, resume.

En un medio donde muchos necesitan alzar la voz para hacerse notar, Gonzalo Miró se ha convertido en una figura reconocible sin levantarla. Ha aprendido a convivir con los comentarios, con las críticas, incluso con las etiquetas. Lo de “todólogo” le resbala. “Me agoto yo de mí mismo, así que entiendo al que me ve”, bromea. Aunque no tiene Twitter, reconoce que “cuando me meto, me río. Hay pocos originales. Siempre es lo mismo: que si enchufado, que si por el apellido…”.

De la bufanda al micrófono

Aficionado confeso del Atlético de Madrid, Miró no esconde ni su equipo ni sus ideas. “Soy del Atleti y soy de izquierdas. Lo he dicho aquí”, subraya. Para él, no se trata de disfrazar la opinión de objetividad: se trata de decir lo que uno piensa con argumentos. “Prefiero que alguien me diga de qué pie cojea antes que vender neutralidad”, explica, consciente de que eso le cuesta simpatías. “El cholista radical no me acepta. En su Atlético de Madrid no quepo yo, y eso ya me jode más”.

Gonzalo Miró con la camiseta del Atlético de Madrid y un título de la Europa League

Y, sin embargo, no se esconde. Ni cuando critica decisiones del club, ni cuando discrepa con Simeone, ni cuando se atreve a opinar sobre política o actualidad. Para Miró, la clave está en el análisis, no en la consigna. Por eso, se define más como analista que como periodista. “No tengo afán por dar noticias. No tiro de mis contactos para eso. Yo no quiero jugar a eso”, remarca.

Su entrada en los medios fue tan inesperada como natural. “Yo nunca tuve vocación. Volví de Nueva York sin saber qué hacer con mi vida, y fue Concha García Campoy quien me convenció para ponerme delante de una cámara”, recuerda. A partir de ahí, tertulias, programas, colaboraciones y una presencia constante en la televisión y la radio. "No desconecto, porque consumo actualidad aunque no tenga que trabajar", admite.

No rehúye ningún asunto

Carlos Ganga le lanza una de esas preguntas que buscan hacer pensar: ¿cuál es el contacto más famoso que tiene en el móvil? “Uff... No sabría decirte". El presentador puso el nombre de Pedro Sánchez encima de la mesa, pero Miró hizo un largo silencio: "El más importante, no sé, no o no sé, estoy pensando...". Ganga repreguntó: "¿Más importante que el presidente del gobierno?". Y el tertuliano hizo esta reflexión:  "Dentro de dos años igual ya no lo es.. Pero no, no sé, pero por ejemplo famosos aquí hay un montón, Juanma es muy famoso, Paco lo es, Manolo lo es”, contesta, dejando ver que incluso la fama tiene fecha de caducidad.

Instagram: mirogonzalo

Gonzalo Miró con Manolo Lama

Pero la conversación también se vuelve cercana, casi familiar, cuando recuerda a sus ídolos del Atleti, su devoción por Paulo Futre, o sus viajes con el equipo durante la era de Godín, Gabi o Juanfran. Aunque reconoce que la amistad con los jugadores hace más difícil la objetividad. “Te cuesta ser tan crítico como con alguien con quien no tienes trato”, admite.

En definitiva, Gonzalo Miró es, como dice Ganga, uno de esos tertulianos que funcionan en cualquier contexto. Pero detrás del perfil público hay una historia que se arrastra desde la cuna, moldeada por una exposición constante y una curiosidad inagotable. Y quizás por eso, cuando alguien le pregunta si es famoso desde que nació, no duda en responder: “Sí, pero no era yo. Era mi madre. A mí me señalaban por la calle por ir con ella”.