El plan de El Langui para llegar a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028: "Es un deporte muy estratégico y físico"
Juan Manuel Montilla es conocido por sus canciones como rapero en el mundo de la música y como actor en múltiples películas, ahora tiene un nuevo sueño
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Juan Manuel Montilla, más conocido como El Langui, es uno de esos personajes que parecen multiplicarse para llegar a todo. Actor, rapero, empresario hostelero… y ahora también deportista de alto nivel. Su última hazaña no tiene que ver con el cine ni con la música, sino con un deporte paralímpico aún desconocido para muchos: la bocha. Un reto que ha asumido con la misma entrega que todo lo demás, y que podría llevarle a cumplir un nuevo sueño: representar a España en los Juegos Paralímpicos de Los Ángeles 2028.
De los Goya al pabellón
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La historia de El Langui con el deporte es, en realidad, un círculo que se cierra. De niño, el fútbol le ayudó a superar muchas barreras provocadas por su parálisis cerebral. “Mis padres lo usaron como hilo conductor para que aprendiera a vestirme solo, a caerme y levantarme sin ayuda”, cuenta en su entrevista en La Contraportada de El Partidazo de COPE. Pero a los 12 años, cuando los amigos empezaban a fichar por clubes y él se topó con las primeras puertas cerradas, el fútbol se esfumó de su vida.
No volvió a competir en ningún deporte… hasta los 45. Ahí es donde aparece la bocha, una disciplina paralímpica que guarda ciertas similitudes con la petanca, pero mucho más técnica y compleja. El propio Langui lo explica: “Nos ofendemos un poco cuando la comparan con la petanca. Es un deporte muy estratégico y físico. No tienes que correr, pero necesitas estar en forma para lanzar bien las bolas”.
El Langui en el Partido Benéfico "Artistas vs Famosos" a 28 de Diciembre de 2024 en Madrid
Su incorporación fue fulgurante. En cuestión de meses, logró el primer puesto en la Liga Andaluza, medalla de bronce en el Campeonato de España y oro en la Copa de España. Todo esto mientras rodaba la película La familia Benetón 2, dirigía la obra de teatro Campeones y gestionaba su restaurante en Málaga, La Tasca del Langui.
Un nuevo sueño olímpico
El Langui ya ha demostrado su talento artístico con dos Premios Goya, su liderazgo en el grupo La Excepción y su capacidad actoral en películas como El truco del manco. Pero la bocha le ha devuelto algo distinto: la adrenalina de la competición. “El deporte me ha picado otra vez, me ha devuelto esas ganas de superación dormidas”, reconoce. Lo que comenzó como una llamada del técnico paralímpico Raúl “Champi” ha desembocado en un proyecto ambicioso.
“Mi sueño ahora es estar en los Juegos Paralímpicos de Los Ángeles 2028. Lo pondría al nivel de ganar un Goya”, admite sin titubear. Y aunque la bocha no le da de comer —"es un deporte que no paga las facturas", confiesa— su implicación es total. Entrena cuando puede, estudia vídeos de rivales y compite con una agenda demencial que mezcla escenarios, rodajes y pabellones.
Imagen de una de las escenas de la película protagonizada por Dani Rovira, Ernesto Sevilla o 'El Langui', entre otros
La bocha, como él explica, “tiene distintas categorías según el tipo de discapacidad”, y él compite en una de las más exigentes, donde la precisión, el enfoque mental y la lectura estratégica de cada parcial marcan la diferencia. “Hay rivales que estudian los cuatro parciales como si fueran una partida de ajedrez. A veces crees que te están ganando y te están haciendo la envolvente”.
Lo admirable no es solo el esfuerzo físico, sino su filosofía de vida. Desde pequeño aprendió que todo se consigue con “esfuerzo, motivación y sentido del humor”. Y es precisamente ese humor —siempre con una sonrisa— lo que ha convertido a El Langui en referente más allá del arte o el deporte.
En paralelo, sigue adelante con sus proyectos cinematográficos: ha dirigido su primer cortometraje, Intentando, premiado en más de 25 festivales y disponible en Filmin, y próximamente asumirá la dirección de un documental sobre una atleta paralímpica.
La historia de Juan Manuel Montilla no va de batallas ganadas, sino de batallas elegidas. Y su próxima meta está clara: cruzar el océano, vestir los colores de España y competir en Los Ángeles 2028. No por fama ni por dinero. Por lo mismo que siempre: por demostrar que el límite, muchas veces, está en los ojos de quien mira.