La primera página del polémico folleto deja claro lo que quieren transmitir sus autores: “No hay nadie que no haya utilizado sustancias psicoactivas. Las utilizamos cotidianamente todas las personas sin excepción... alcohol, tabaco, cannabis, diazepam, paracetamol, cocaína, anfetaminas, hongos, café o cacao”.

Pero, ¿realmente se pueden equiparar unas drogas con otras? ¿Es lo mismo fumarse un porro que meterse una raya o tomarse una aspirina? Como ha explicado en 'La Tarde' el Doctor Esteban Pérez Almeida, la diferencia es clara: “No tiene nada que ver un fármaco con una droga. Jurídicamente cuando hablas de drogas hablas de sustancias penadas por la ley. La mayoría de las drogas son altamente tóxicas en cantidades pequeñas, las medicinas están reguladas para que no sea así."

“Los que la escribieron debían estar en un ambiente contaminado por humo de cannabis.”

Además de la toxicidad y los controles sanitarios a los que están sometidas, hay otro factor clave para diferenciar entre unas sustancias y otras: “Las drogas generan muchísima más adicción que el paracetamol, el café o el cacao.”

ESCUCHA LA ENTREVISTA COMPLETA | Esteban Pérez Almeida en 'La Tarde'

La banalización social del cannabis está provocando que cada vez menos jóvenes sean conscientes de los riesgos que conlleva esta sustancia: “El cannabis es una droga y un peligro para la población. Los brotes esquizofrénicos entre 12 y 14 años han aumentado un 40% por el uso del cannabis.” El aumento de los trastornos psiquiátricos en adolescentes está directamente relacionado con el hachís y la marihuana, y no influye cómo se consuma: “Te dicen que lo mejor para consumir cannabis es vaporizarlo, que no haya combustión.”