Heridos en accidentes con graves lesiones de por vida, las familias de las víctimas tienen que afrontar ese drama en soledad. Y hay supervivientes que no pueden superarlo. Kety Morilla lo sabe muy bien, perdió a una hija de 17 años en un terrible siniestro, otra hija sobrevivió pero tiene graves secuelas psicológicas. Nunca recibió ayuda.

“En el coche iban 4 jóvenes. El conductor había bebido, había consumido drogas, iban dos de mis hijas en el vehículo. Una murió y la otra vio cómo su hermana se quemaba viva dentro del coche, mi hija jamás superó aquello"-cuenta Kety entre sollozos-. Posteriormente no tuvo ningún tipo de ayuda, "nadie se preocupó cómo mi hija podía sobrevivir sobreponiéndose a lo que había visto”. De hecho intentó suicidarse varias veces. Denuncias, juicios,... y los servicios sociales que denegaban ayuda psicológica. En lugar de ello, la amenazaron con quitarle a sus hijas pequeñas porque ella también cayó en una depresión. “No entenderé nunca porqué siendo una víctima no tuvo ningún apoyo”

Reunidos en las Jornadas Mediterráneas de Seguridad Vial piden atención integral con testimonios desgarradores. Vicente Sánchez está en la asociación Prevención de accidentes de tráfico. Su hijo murió atropellado por dos conductores que hacían una carrera ilegal y recuerda que las personas fallecidas superan a las víctimas en accidentes aéreos, terrorismo o violencia machista. “Cada tres días hay tres víctimas, cada mes 180. Si fueran 180 de golpe ya saldríamos a la calle a pedir socorro, pero como son una aquí.... otra allá..., cada cual se encuentra con su problema... y tiene que ir a la funeraria para elegir la caja para su familiar que tanto quiere..., nadie se va a enterar, solo su familia y algún amigo.”

Al drama se unen los papeleos, juicios, demandas. Piden que las victimas sean el centro de la seguridad vial. Hay que despertar la conciencia social para evitar los accidentes y también crear un protocolo de atención integral.