La victoria de Inés Arrimadas en las elecciones catalanas -más allá de que se traduzca o no en un gobierno- y las últimas encuestas han abierto el debate sobre la extrapolación a nivel nacional de los resultados de Ciudadanos el 21-D. En el PP insisten en que es "ciencia ficción" y alertan a Albert Rivera que de tanto mirar los sondeos puede "morir de éxito". Fuentes del partido naranja, en cambio, aseguran a Cope que en la Ejecutiva de Ciudadanos sí ven posible estar a la altura de lo que pronostican las encuestas. Y para ello tienen un plan en el que llevan trabajando casi un año.

Lo pusieron negro sobre blanco en febrero de 2017, en su IV Asamblea General celebrada en Coslada que diseñó una estrategia para "en un futuro cercano, en el momento en el que se den las circunstancias adecuadas, afrontar la responsabilidad de gobernar España". Esa estrategia tiene como prioridad "el crecimiento y la adaptación de las estructuras del partido a su actual dimensión (...) para poder afrontar con garantías nuevos retos electorales". O, como resumen las fuentes consultadas, mayor implantación territorial. 

En ese sentido, antes del objetivo final de las generales, hay una parada intermedia fundamental en las municipales y autonómicas de 2019. Y Ciudadanos, consciente de sus debilidades en ambos ámbitos, trabaja para mejorar sus resultados de 2015. En el local ponen el foco en "la labor opositora que estamos desarrollando en Madrid y Barcelona". Ambas ciudades, junto a Valencia, Sevilla y Málaga centran sus esfuerzos, según explican a Cope. En las cinco creen posible incluso gobernar. Pero no olvidan tampoco las pequeñas poblaciones. En el documento de Coslada, de hecho, califican de "imprescindible la presencia física a través de los afiliados en cada pueblo y ciudad de España" y "una estrategia adaptada a cada municipio". 

En cuanto a las CC.AA., el plan es similar y también lleva meses implementándose. Ciudadanos se ha ido dotando a lo largo del año pasado de una estructura autonómica en cada una de las 17 Comunidades de la que carecían hasta ahora. Comités regionales "con capacidad de hacer campañas y de coordinar políticas a nivel municipal y provincial", como explicaba el propio Albert Rivera en ABC. Estructura que, no obstante, sigue bajo control de la dirección nacional para que no acabe "derivando en una especie de partido franquicia regionalista en función del territorio donde está. Una cosa es un partido autonómico y otra ser un partido confederal, donde cada uno dice lo que le da la gana y simplemente comparte unas siglas. Un partido político no es solo compartir siglas, es tener un proyecto para España". 

Según la estrategia aprobada por su última Asamblea General, en las próximas autonómicas Ciudadanos busca consolidarse "donde ya tenemos representación" y prestar "especial dedicación en aquellas comunidades donde no la tenemos", es decir, Castilla-La Mancha, Canarias, Navarra, País Vasco y Galicia (aunque en estas dos últimas no hay elecciones a la vista). Según ha confirmado Cope, no obstante, la prioridad es la Comunidad de Madrid donde son conscientes de la dificultad de ganar a Cristina Cifuentes, pero sí ven factible crecer a costa del bipartidismo y formar parte del próximo gobierno regional.