En la carta, que publica el diario ABC bajo el título de "En defensa de Inés Arrimadas", las mujeres firmantes muestran su rechazo "frente a quienes insultan, amenazan, rompen el debate y corrompen nuestra sociedad democrática", y reivindican "una convivencia en libertad".

Entre las firmantes de esta carta figuran Maite Pagazaurtundua (diputada de UPyD en el Parlamento Europeo), Carmen Iglesias (Real Academia de la Historia), Soledad Puértolas (escritora), Esther Bendahan (escritora), Mercedes Monmany (escritora y crítica literaria), Consuelo Ordóñez (abogada), Cayetana Álvarez de Toledo (periodista y portavoz de Libres e Iguales), Ana Iribar (Coordinadora en Casa de América) y Anna Grau (periodista).

Las mujeres que suscriben esta carta indican que "la ganadora de las últimas elecciones autonómicas en Cataluña, a causa de no ser nacionalista, sufre una persecución implacable por quienes usan la fuerza y la amenaza como único argumento".

Después de señalar que, pese a tener "diversas opiniones políticas" les une la voluntad de que exista "un diálogo abierto y creativo" porque "dialogar es escuchar, respetar y encontrar lo común en lo distante", expresan su apoyo "sin figuras" a la presidenta de Ciudadanos (Cs) en Cataluña, Inés Arrimadas.

"Manifestamos nuestra indignación -afirman- frente a aquellos que hacen todo diálogo imposible, contra quienes insultan, amenazan, rompen el debate y corrompen nuestra sociedad democrática", y recalcan que "el odio y el insulto forman parte de un discurso violento que no debemos permitir".

"Las firmantes -indican- defendemos firmemente una Europa de las libertades, en la que una mujer pueda dedicarse a la política sin por ello recibir los insultos más denigrantes y continuos como, tristemente, una y otra vez, ser llamada 'puta'".

En este punto, señalan que "quienes representan a los ciudadanos catalanes deben ser los que paren este atropello. Se debe perseguir a los que insultan y amedrentan a representantes políticos, democráticamente elegidos".

"Aplicar la ley del delito de odio es un primer paso -opinan-, pero lo fundamental es darse cuenta de que se trata de una situación insostenible en la que ciertos políticos son responsables con sus discursos racistas y encendidos que nos recuerdan los peores momentos vividos en las calles de Europa".

Finalizan la misiva advirtiendo que "hay avisos, antorchas que señalan que la situación es peligrosa, no lo ignoremos" y menos cuando "se use la amenaza a la mujer en sí, de manera específica, lo que indica algo tenebroso que recorre el inconsciente colectivo".