Ya está aquí el invierno. Se ha hecho un poco de rogar, pero finalmente ha llegado y parece que tiene pensado quedarse bastante tiempo.

“Estamos ante una situación de invierno: no es una ola de frío, ni mucho menos, pero van a ser dos días especialmente revueltos” asegura el catedrático de geografía. Tiempo revuelto sobre todo en el norte donde, ha explicado el profesor, las cotas de nieve serán muy bajas. De hecho en el área cantábrica llegarán a los 200/300 metros lo que supone que “podría nevar a niveles del mar”.

La primera semana de febrero no parece que vaya a ser muy diferente, según ha adelantado el presidente de los geógrafos españoles. La masa de aire que recorre nuestro país llega directamente del océano glaciar ártico: “es lo conocido como aire ártico”. Este fenómeno se caracteriza por la fuerte presencia de temporales de nieve y de lluvia. Y España va a estar bajo la influencia de esta borrasca, en principio, hasta el viernes 9 de febrero. “A partir del miércoles entrará otro frente que repetirá el mismo esquema: lluvia y nieve en cotas bajas, especialmente en el norte peninsular”.

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Esta masa de aire frío que ha dejado una estampa distinta en el Teide. Aunque suele suceder una vez al año, generalmente en invierno, “no es habitual”, ver el volcán nevado.   

Este fin de semana 13 comunidades están en alerta por el temporal que atraviesa la Península. Las consecuencias de esta borrasca, que por cierto no tiene nombre, han empezado a notarse en las carreteras: casi 1.200 kilómetros de carreteras han registrado alguna incidencia por la nieve. También los recorridos de algunos trenes se han visto afectados este viernes por la mañana. Medio centenar de pasajeros han permanecido durante horas dentro de un convoy que cubría el trayecto Bilbao-Barcelona, que ha quedado atrapado por la nieve.