La CUP ha exigido hoy que se adopte una decisión política por parte del Parlament sobre la suspensión de diputados, que considera que tiene que ser la de no aplicarla, y reprocha a JxCat y ERC que al final sea una funcionaria, la oidora de cuentas, la que acabe decidiendo que no se les pagan los sueldos.

Por parte de la CUP, la diputada Maria Sirvent ha lamentado en una rueda de prensa que hoy "se haya vuelto a constatar que en este Parlamento no vivimos una situación de normalidad democrática".

Ha dicho no entender, en este sentido, "por qué JxCat y ERC hablan de restitución de las instituciones y de volver a la normalidad, porque ¿de qué normalidad nos hablan?, ¿de que sea un juez el que decida quién puede ser diputado o no?".

"Hoy hemos podido conocer por el Govern que los diputados suspendidos lo han sido también de sueldo, sin que la Mesa del Parlament, ni el pleno ni la comisión del Estatuto del Diputado se hayan pronunciado", ha reprochado Maria Sivent.

Según esta misma diputada de la CUP, frente a esto, "los dos grupos del Govern", JxCat y ERC, "tienen dudas sobre cómo hay que actuar, y lo que les decimos es que el Estado español no se moverá ni un milímetro de su posición actual si seguimos dudando, en lugar de hacer una apuesta clara por la desobediencia".

"Tenemos que rechazar el mensaje -ha añadido- de que el poder del Estado lo puede todo, y hay que desobedecer a un poder judicial que entra en el legislativo y decide quién puede o no puede ser diputado, además de instrumentalizar la justicia para perseguir a disidentes políticos".

En paralelo, ha explicado Maria Sirvent, "hay un aumento de las agresiones fascistas en los municipios, que se producen con total impunidad, sin que la policía, ni los poderes judicial y mediático intervengan para frenarlas".

Ha considerado, en este sentido, como especialmente grave que "el policía nacional que agredió al fotoperiodista Jordi Borràs en Barcelona siga ejerciendo sus funciones con total normalidad, y encima en una brigada de información".

La CUP sospecha que, tanto JxCat como ERC, han entrado en una dinámica de "dilatar el proceso de emancipación nacional" que les lleva directamente a emprender el camino de "regreso al autonomismo y de búsqueda de un encaje en el Estado español, es decir, todo lo contrario de lo que votó la gente el 1 de octubre y el 21D".