Se trata del primer informe del Banco de España tras el cambio de gobierno... Se trata de un informe que mantiene la previsión de crecimiento para este año en el 2'7%. Eso sí, advierte de que el avance de la economía podría ser menor por varios factores y cita entre ellos la fragmentación parlamentaria: esto es, la debilidad del gobierno del PSOE, que solo cuenta con 84 escaños de los 350 que hay el Congreso de los Diputados y que depende del apoyo de varios grupos muy dispares para sacar adelante cualquier iniciativa. En este sentido, el Banco de España señala que esta debilidad política puede dificultar la reducción del déficit público y también la adopción de reformas que aumenten el potencial crecimiento de la economía. Y añade que “la ausencia de avances en ambos frentes puede comportar efectos adversos sobre la confianza de los agentes. En este capítulo de riesgos políticos, el supervisor alerta también de un eventual repunte de la incertidumbre en Cataluña.

En cuanto a los riesgos externos, el Banco de España considera que puede haber tensiones financieras por la incertidumbre geopolítica y cita el caso de Italia o las medidas proteccionistas del gobierno de Estados Unidos. También apunta que los precios del crudo seguirán subiendo durante el verano y, aunque en otoño la previsión es que se noten menos los efectos del crudo, estima que el impacto de esta escalada del crudo se traducirá en un encarecimiento de los precios: seis décimas más este año y cuatro décimas el que viene solo por el petróleo.