No cabe duda de que es un tema “incómodo”, explica el psicólogo Luís Muiño en La Mañana. Pero lo cierto es que el 70% de las personas encuestadas por una universidad de California dice que tiene un hijo favorito. Puede darse una predilección por los hijos mayores. “Son los que rompen, la punta de lanza. En ellos se suelen centrar mas las expectativas de los padres y las responsabilidades”, explica Muiño. Además también es mas fácil conectar con los bebes del sexo opuesto, es decir los padres con las niñas y viceversa. Pero todo es más complejo, advierte. La predilección va por “aspectos” de la vida. “A lo mejor emocionalmente conectas mejor con uno, pero intelectualmente lo haces mejor con otro, de uno esperas más y con otro te diviertes de manera diferente”. “No debemos empeñarnos en la igualdad sino en la diversidad. Los hijos son distintos, y les hacemos regalos diferentes. Sus necesidades son diferentes. No deberíamos intentar defender que somos iguales y justos con todos lo hijos porque no es posible. Les queremos igual pero de forma distinta”.Hay tres reglas para mantener esa diferencia: Dedicarle un tiempo exclusivo a cada hijo de vez en cuando, disfrutar de esos momentos exclusivos con cada uno de distinta manera y quitarle trascendencia al tema del favoritismo”. Si quieres escuchar la entrevista PINCHA AQUI