Termina un año en el que Francia ha vivido tres atentados terroristas con decenas de muertos y el miedo instalado en la sociedad. Así todavía está en el recuerdo los atentados contra la sede del semanario satírico “Charlie Hebdo” el pasado 7 de enero. Entonces, dos yihadistas atacaron la publicación que lanzó unas viñetas burlándose de Mahoma. En total, causaron 11 muertos y 11 heridos, cuatro de ellos graves. 24 horas más tarde, un policía municipal y otro resultó herido en un tiroteo en la periferia de París, en la Puerta de Chatillon. El ataque también tuvo una autoría yihadista. A todo se unió, una explosión en un restaurante próximo a una mezquita en Villefranche sur Saone, en la región del Ródano, en el este de Francia. En agosto, un hombre disparó e hirió a tres personas en un tren que cubría la ruta entre Amsterdam y París. El individuo fue reducido por varios pasajeros del tren antes de que pudiese llevar a cabo sus intenciones.