La policía autónoma vasca detuvo ayer en la localidad vizcaína de Ondárroa a Urtza Alkorta, condenada a cinco años de prisión por colaboración con la  banda terrorista ETA. Todas las televisiones  mostraron el modo cómo se produjo la detención. La Ertzaintza cumplió impecablemente con su deber de ejecutar una orden judicial, y lo hizo con total profesionalidad. El delito no conoce excepción y la colaboración con banda armada es un delito.La izquierda abertzale conoce bien los mecanismos del Estado de Derecho pero su propaganda política está al servicio de una estrategia a medio plazo que pasa por enfrentar a los ciudadanos vascos con las instituciones políticas y las fuerzas de orden público. Con la coartada de que ETA ya no comete atentados, las gentes de Bildu y todo el entorno social que rodea a ETA pretende convencer a la ciudadanía de que llegó la hora del borrón y cuenta nueva. Lo que significa poner fin a las detenciones, dejar de perseguir a los terroristas y a quienes colaboran con ellos y permitir que ETA y su entorno se incorporen con normalidad a la vida civil.Por todo esto, ni la sociedad ni tampoco el Gobierno pueden bajar la guardia. ETA sigue siendo una banda terrorista y su estrategia a medio plazo no ha sido desactivada. Imágenes como las de ayer ayudan a tenerlo muy presente.