La inserción de los judíos en el Reino de Murcia fue cada vez más compleja
Así lo ha asegurado en COPE MURCIA, el catedrático de historia medieval de la Universidad de Murcia, Jorge Alejandro Eiroa Rodríguez
El investigador Jorge Alejandro Eiroa
Murcia - Publicado el
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En el espacio " La manzana de Newton" de la Fundación Seneca, el profesor Eiroa ha destacado que la idea del proyecto "Los judíos del Reino de Murcia durante la Baja Edad Media: cultura material, documentos y memoria", nace en 2009, de su experiencia en las excavaciones de la judería del castillo de Lorca. Una judería bajo medieval que es de las más conocidas de la península.
En el estudio se refleja como la inserción de estos judíos en la sociedad de finales de la Edad Media, se hizo cada vez más compleja, hasta llegar a su expulsión en 1492. Antes, mantenían una relación de vecindad con los cristianos, regentando tiendas y otros comercios. Con el paso del tiempo, la convivencia degenero y fueron vistos como " chivos expiatorios" por la sociedad.
La mayoría de los judíos del Reino de Murcia, según este estudio, vivían en aljamas de Lorca, Murcia y Mula, si bien la más poblada era la segunda. Como destaca Jorge Alejandro Eiroa, vivían en el entorno del castillo de Lorca y aunque su imagen es la del usurero o prestamista, desarrollaron otras profesiones como interpretes, traductores o negociadores. También se movían perfectamente entre el Reino de Murcia y la zona nazarí de Granada.
A través de su cultura material con rastreo en colecciones y en museos de restos como por ejemplo la cerámica se ha conocido más de cerca su forma de vida en la actual Plaza Sardoy, en Murcia. Un lugar donde apuntan las investigaciones tenia su foco la comunidad judía de la capital. Algo que según el profesor Eiroa se confirma a través de dos "fósiles directores".
fosiles directores
Uno de ellos es la serie de candiles o lámparas de cerámica propias de ellos que se usaban en las denominadas " fiestas de las luces" o Janucá. Unos candiles con 8 receptáculos propios únicamente de su cultura.
El otro "fosil director" es el de los restos de fauna hallados. Con ellos se demuestra que quien habito esas zonas no consumía cierto tipo de animales, con lo que se puede decir que familia era judía y cual no.
Como destaca el investigador Jorge Alejandro Eiroa, este proyecto puede servir para poner en valor un patrimonio material e inmaterial poco conocido. Y todo ello en un momento "en el que la cuestión de las identidades y el multiculturalismo están en el centro del debate social y político". Con el añadido de poder desenterrar los lazos que han vinculado a la minoría judía con los orígenes del espacio político murciano puede ser un incentivo social y cultural de primer orden.