Alcaraz busca en París un impulso final hacia el número 1 del mundo
El murciano llega al Masters 1000 de París decidido a cerrar el año con fuerza, tras preparar a conciencia el tramo final de la temporada

Carlos Alcaraz, en un partido ante Ruud
Murcia - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
A las puertas del último Masters 1000 del año, Carlos Alcaraz afronta el reto de cerrar la temporada con fuerza y pelear por terminar el curso como número uno del mundo. El murciano, que llega a París con energías renovadas tras unas semanas de preparación en casa, asegura sentirse “motivado por el reto de acabar bien el año en lo más alto de la ATP y ganando la Copa Davis”.
Consciente de que los últimos tramos de temporada no han sido su punto fuerte, Alcaraz ha trabajado específicamente para revertir esa tendencia. “Esta parte del año no la suelo hacer muy bien y me motiva el reto de mejorar lo que he hecho en los años anteriores y ganar lo máximo que pueda”, reconoció en la víspera de su debut.
El tenista español decidió renunciar al Masters de Shanghái tras su participación en Tokio para descansar y prepararse físicamente en Murcia, buscando llegar más fresco a la recta final. “No quería encadenar dos torneos seguidos. En años pasados se vio que no llegaba en plenitud, por eso me he preparado mejor para tener buenos resultados ahora”, explicó.
Alcaraz aterrizó en la capital francesa este viernes con la ambición de conquistar uno de los pocos torneos importantes que faltan en su palmarés. En los entrenamientos previos, el número 1 del ranking ATP afirmó haber sentido “buenas sensaciones” sobre la nueva pista de La Défense Arena, que sustituye al histórico pabellón de Bercy tras 39 años de historia.
El murciano no ha conseguido superar la tercera ronda en sus cuatro participaciones anteriores en París, donde guarda recuerdos amargos, como la eliminación de 2021 ante el local Hugo Gaston, que le hizo abandonar la pista entre lágrimas. Sin embargo, Alcaraz valora positivamente los cambios del torneo: “Lo que he podido ver es impresionante, creo que ha sido un cambio positivo. La pista es más lenta y eso permitirá que se vea más el juego. No dependerá tanto del saque”.
Aunque reconoce que los torneos bajo techo no son su terreno favorito, el joven español confía en que el trabajo reciente dé sus frutos: “Por el momento, me estoy encontrando muy bien. Creo que los entrenamientos están dando resultados”.
Con la mente puesta también en las ATP Finals de Turín y en la Copa Davis, Alcaraz no esconde su ambición múltiple: “Siempre he soñado con los tres —acabar número uno, ganar en Turín y levantar la Davis—. No sabría con cuál quedarme”.
El Masters 1000 de París, el nuevo escenario en La Défense y el deseo de terminar el año por todo lo alto se combinan para presentar a un Alcaraz decidido a romper su techo bajo cubierta y a reafirmar, una vez más, su condición de aspirante eterno al trono del tenis mundial.



