El submarino S-82 se enfrenta ahora a una rigurosa fase de más de 700 pruebas en tierra y mar
El segundo submarino de la clase S-80 no será entregado a la Armada hasta que no termine la fase de prueba

Nuevo submarino S-82 Narciso Monturiol
Cartagena - Publicado el
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Tras la puesta a flote del submarino S-82 Narciso Monturiol, la compañía Navantia pone en marcha una rigurosa fase de más de 700 pruebas en tierra y en el mar que incluyen navegación en superficie e inmersión hasta alcanzar la cota máxima.
La experiencia y los datos recabados con el primero de submarinos permitirá acortar este período en comparación a su antecedente, el S-81 Isaac Peral.
La Armada no recibirá el sumergible hasta que Navantia no realice toda la fase de pruebas.
En la construcción del segundo submarino de la serie, además de la propia Navantia, han participado más de 150 empresas y proveedores.
Los S-80 tienen una eslora de 80,8 metros, un diámetro de 7,3 y un desplazamiento en inmersión de alrededor de 3.000 toneladas.
Entre sus aportaciones tecnológicas destacan el sistema de combate y control de plataforma y el de propulsión anaeróbico revolucionario que aporta gran sigilo en inmersión, aunque este, independiente de la atmósfera, se incorporará a partir del S-83 para obtener a cualquier profundidad energía eléctrica a partir de pilas de combustible con tecnología aeroespacial.
Esta innovación tecnológica permite permanecer varias semanas sin salir a cota periscópica, lo que mejora su discreción, principal atributo de un sumergible, y lo hace uno de los más avanzados del mundo.