La celebración tras el pitido final en el Cartagonova se ha convertido ya en un clásico. Los saludos vikingos y los vítores para jugadores y para Calero, mientras se canta el himno a capela y se termina con el 'Sweet Caroline'. Hasta ahí se ve, pero quedan muchos pequeños detalles sin apreciar y la fiesta interna, que ayer regresó al césped.
Todo eso lo recoge el InSide, una de las mejores acciones que realizan los equipos de Segunda y que en el caso del Cartagena están siendo muy emocionantes. Los besos de Musto a la Patrona, la euforia de los juveniles de treinta y tantos, los bailes de Calero y Musto, que no superan los de Jhafets, aunque son la mejor muestra del momento emocional que viven y de la piña que se ha forjado en este complicado año.
Ayer además, volvieron a salir al césped a petición de la Curva y quedó otro momento para el recuerdo. Los abrazos de casi salvación...Cuando las cosas salen, salen y a este Efesé le están saliendo y muy bien. Es el premio al esfuerzo colectivo y al grado de madurez de una afición que nunca abandonó a los suyos. Es tiempo de alegría en el Cartagonova. La tienda de la ilusión de Calero ya empieza a expandirse.