El pueblo de Vizcaya que tiene cuatro plazas de toros y apenas 500 habitantes: esta es la razón
Cuenta con una plaza de toros por cada barrio, un fenómeno que lo convierte en un lugar único en el panorama nacional
Bilbao - Publicado el - Actualizado
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En un contexto donde la afición taurina parece desvanecerse en muchos rincones de España, con ferias que desaparecen y asistencia a las faenas en declive, el pueblo vizcaíno de Trucíos-Turtzioz, en la comarca de Las Encartaciones, se erige como un bastión de la tradición taurina.
Con poco más de 500 habitantes (515 según datos del INE de 2024), este pequeño municipio presume de un hecho insólito: cuenta con cuatro plazas de toros, cada una de ellas asociadas a un templo: a la Iglesia Parroquial, la ermita de la Caridad, la de San Roque y la de Trinidad. Un fenómeno que convierte a este pueblo en un lugar único en el panorama nacional.
Plaza de toros de Trucíos
Manu Coterón es alcalde de Trucíos-Turtzioz por el PNV desde hace 14 años. Defiende en COPE Euskadi, con pasión, esta tradición que se remonta en el pueblo al siglo XVII. “Aquí siempre ha habido una gran afición al mundo del toro. Somos ganaderos, y los toros monchinos parte de nuestra historia. Cada barrio tiene su plaza, y las mantenemos cuidadas, bonitas y listas para quien quiera visitarlas”, explica.
Las plazas, motivo de orgullo para la localidad, pueden visitarse contactando con la Casa de la Cultura del pueblo, donde se organizan recorridos para mostrar este legado.
pasion por los toros
A pesar del tamaño reducido de Trucíos-Turtzioz, la pasión por los toros no decae. Este sábado arranca la temporada con la novillada anual, un evento que ha ganado prestigio gracias a la calidad de las ganaderías y la colaboración del Club Taurino de Bilbao.
Plaza de toros de Trucíos
“Hacemos las cosas lo mejor que podemos. Es un día especial, con las calesas, la banda paseando por el pueblo y un ambiente muy taurino”, destaca el alcalde.
Este año, los novilleros José María Rosado y Manuel Domínguez, dos jóvenes promesas, serán los protagonistas. Ambos, ilusionados por torear en esta localidad, llegan con credenciales destacadas: Rosado, reciente triunfador en Badajoz, y Domínguez, con raíces en el País Vasco.
Además, la novillada rendirá homenaje a Iván Fandiño, el torero de Orduña que toreó en Trucíos-Turtzioz en tres ocasiones y dejó una huella imborrable en la comarca. “Es un acto bonito, porque Fandiño era de aquí, de la tierra, y le queremos mucho”, subraya Coterón.
La tradición taurina de la localidad no solo resiste, sino que se mantiene como un compromiso personal del alcalde. “Cuando me presenté, dije que mientras yo sea alcalde, habría toros sí o sí. Es parte de nuestra identidad, y lo hacemos con cariño”, afirma. Este empeño contrasta con otros pueblos de Las Encartaciones, como Carranza, donde las fiestas taurinas han desaparecido.
mucho mas que toros
Pero Trucíos-Turtzioz ofrece mucho más que toros. Rodeado por el Parque Natural de Armañón, el pueblo cuenta con una rica historia visible en sus palacios, casas solariegas y castillos. “Es un lugar exageradamente bonito. Llamando a la Casa de la Cultura organizamos una visita guiada para poder descubrir todo lo que tenemos”.
Además, la oferta gastronómica, con tres o cuatro restaurantes de calidad a precios razonables, completa un plan ideal para disfrutar de un día en este rincón vizcaíno.
A solo 40 minutos de Bilbao, Trucíos-Turtzioz es un destino que combina tradición, naturaleza y hospitalidad. Como dice el alcalde, “es triste que la gente conozca Cádiz y no nuestro pueblo. ¡Hay que ponerle remedio!”.
Este sábado, la novillada será una oportunidad perfecta para descubrir este pueblo singular que, con sus cuatro plazas de toros, demuestra que la pasión por la tauromaquia sigue viva.