Julen Linazasoro: "Hay plataformas que intentan que los adolescentes vendan sus cuerpos a cambio de dinero"
El experto en educación digital advierte en COPE Euskadi sobre la normalización de la explotación sexual en redes y la falsa sensación de control de los menores
Vitoria - Publicado el
4 min lectura
La ONG de defensa de los derechos de la infancia, Save the Children, ha publicado un informe que revela que uno de cada siete jóvenes conoció en su adolescencia a alguien que compartía contenido íntimo a cambio de dinero o favores.
Además, 7 de cada 10 no identifica estas prácticas como una forma de explotación sexual. Una realidad preocupante sobre la que ha hablado en COPE Euskadi el experto en educación digital, Julen Linazasoro, quien ha analizado cómo las redes sociales, los algoritmos y el marketing digital están normalizando conductas de riesgo que pueden derivar en grooming o sextorsión.
Un modelo "perverso" de negocio
Linazasoro ha sido tajante al afirmar que “hay plataformas en el mundo digital que están intentando que los adolescentes y las personas adultas jóvenes vendan sus cuerpos”. Según explica, estas plataformas buscan que “se exploten sexualmente a cambio de dinero”.
La gravedad se dispara en el caso de los menores, ya que, como recuerda Linazasoro, “en la explotación sexual, el consentimiento de los menores no vale, porque la ley entiende que el menor no tiene la madurez suficiente para entender cuáles son las consecuencias”.
Julen Linazasoro en los estudios de COPE Bilbao
El experto señala que estas dinámicas se consolidan por la normalización social de la pornografía y la sexualización de las personas, especialmente de las mujeres. Plataformas como OnlyFans, aunque son para adultos, son utilizadas por adolescentes y se promocionan con un discurso engañoso.
Se venden como “una forma de empoderamiento femenino, de ganar dinero y de tener una vida glamurosa sin riesgo”.
Estas plataformas actúan como un proxeneta digital"
Para Linazasoro, el modelo es “perverso”, ya que son las propias compañías las que se benefician. “Estas plataformas son de explotación sexual, entonces, actúan como un proxeneta digital”, sentencia.
La captación a través del marketing es muy distinta según el sexo: a las chicas les llegan mensajes sobre lo fácil que es ganar dinero de esta forma, mientras que a los chicos se les anima a consumir o a gestionar este tipo de cuentas.
El peligro de los 'sugar daddies'
Otra de las prácticas de riesgo que se ha normalizado es la de los sugar daddies. Este fenómeno, muy presente en redes como TikTok, consiste en que hombres mayores de 50 años y con alto poder adquisitivo buscan a chicas muy jóvenes, a menudo menores de edad, para ofrecerles un estilo de vida de lujo a cambio de favores sexuales.
Linazasoro explica que se vende como una relación de mentoría, donde los hombres son “padrinos” que cuidan de ellas.
Aplicaciones en un móvil Android
La realidad, sin embargo, es “prostitución pura y dura”. En redes sociales se exhiben vídeos de chicas jóvenes con bolsos de lujo o en coches descapotables junto a hombres mayores, lo que genera un efecto llamada y lleva a muchas adolescentes a desear esa vida.
El problema, advierte Linazasoro, es que en la búsqueda de un `sugar daddy`, muchas jóvenes “se saltan las pautas de seguridad”, acudiendo a citas con desconocidos y exponiéndose a ser captadas por redes de trata de personas.
El "abandono digital" de los menores
Todo esto se ve amplificado por la colaboración de los algoritmos de las redes sociales. Un experimento realizado por Save the Children con una cuenta falsa de un menor en Instagram demostró que en solo tres minutos se le empezaba a ofrecer contenido sexualizado, y en 20 minutos el perfil estaba “inundado” de publicaciones de este tipo.
Linazasoro critica duramente la falta de implicación de las familias, asegurando que los adolescentes están “sobreprotegidos en el mundo físico, pero totalmente desprotegidos en el mundo digital”.
La mayoría de adolescentes están sobreprotegidos en el mundo físico, pero totalmente desprotegidos en el mundo digital"
Esta situación de “abandono digital” se agrava porque, según un estudio de la Fundación Colacao, más del 80 % de los adolescentes no comentan en casa lo que ven en las redes sociales, a pesar de que pasan en ellas una media de tres a cinco horas diarias. “¿Quién les está educando realmente? ¿Las redes sociales o sus familias?”, se pregunta Linazasoro.
Como señales de alerta, el experto apunta a cuando los jóvenes hablan de estos temas con normalidad, por ejemplo, expresando “yo también quiero un `sugar daddy`”.
Linazasoro ha instado a la sociedad civil a reaccionar, a denunciar estas prácticas. Y muestra su apoyo a la propuesta de la Asociación Española de Pediatría de regular por ley el acceso a las redes sociales, prohibiéndolas para menores de 16 años, una edad que él ampliaría hasta los 18 años.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.