Los nacimientos que tengan lugar en 2019 supondrán para las familias alavesas que lleven un año empadronadas en el territorio un cheque bebé que oscilará en función de la renta entre los 250 y los 1.000 euros. También los mayores de 65 años recibirán ayudas directas según sus ingresos. Y el próximo año se elevará de los 12.000 euros actuales a los 16.800 el límite para quedar exento de realizar la declaración de la renta.

Son tres importante medidas que diferenciarán a Alava de Vizcaya y Guipuzcoa. Se integrán en una norma foral que ha sacado adelante la oposición con el desacuerdo del gobierno alavés de PNV-PSE. Mañana viernes la Diputación de Alava dará más detalles de cómo y cuándo va a impulsar estas ayudas, sobre las que aún hay interrogantes y que todavía no se pueden solicitar.

El PP ha sido el impulsor del debate. Su portavoz en las Juntas Generales de Alava, Ana Morales, ha explicado que en el pleno celebrado en esa institución y ante la imposibilidad de que prosperase su propuesta de ayudar a las familias con hijos, a los mayores y a las rentas más bajas mediante desgravaciones fiscales, ha optado por apoyar la enmienda de Orain Araba, formación integrada por los 4 junteros díscolos de Podemos, y que también ha sumado los votos de EHB y de un ex representante de Ciudadanos ahora en el Grupo Mixto. Morales se ha felicitado por un pacto que “no ha buscado venganza política sino favorecer a estos colectivos”.

El cheque bebé sería de 1.000 euros para ingresos anuales de hasta 40.000 euros, de 500 entre dicha cantidad y los 75.000 euros, y de 250 euros si superan esa cifra. En el caso de la ayudas a mayores de 65 años habrá que reservar una partida de 2 millones de euros. La subvención se otorgaría para ingresos inferiores a 20.000 euros en caso de ser una persona, si son dos las que componen la unidad familiar los ingresos han de ser menos de 25.000 euros, menos de 30.000 en caso de tres e inferiores a 35.000 si hay más miembros.