La Real Sociedad presume de estabilidad, pero sus cuentas revelan dependencia del mercado
Las cifras que el Consejo presentará el 10 de diciembre muestran beneficios maquillados por ventas obligatorias. Sin traspasos, el modelo deja de sostenerse.
El presidente de la Real Sociedad, Jokin Aperribay (i), y director de fútbol del club, Erik Bretos, se protegen de la lluvia durante una sesión de entrenamiento en Zubieta.
San Sebastián - Publicado el
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El balance que esconde el verdadero problema
La Junta de Accionistas de la Real Sociedad se celebrará el 10 de diciembre, pero Deportes COPE Gipuzkoa ha tenido acceso anticipado a las cuentas que serán presentadas. Sobre el papel, los números lucen impecables: 16,9 millones de beneficio y un patrimonio neto por encima de los 92 millones. Una foto atractiva, de esas que permiten al Consejo hablar de estabilidad y gestión prudente.
Pero la imagen contable no refleja la salud deportiva ni el fondo del proyecto. La realidad es contundente: sin ventas de jugadores, la explotación del club entra en pérdidas profundas. El beneficio nace del mercado, no del fútbol. Y eso cuestiona directamente la narrativa oficial de sostenibilidad.
Dependencia estructural de las plusvalías
El presupuesto 25/26 lo confirma sin rodeos: la Real prevé 67,8 millones en plusvalías para cuadrar sus cuentas. Ya no es una posibilidad: es una obligación asumida. La cifra de negocio se desploma de 160,5 a 104,4 millones en apenas dos ejercicios por la ausencia de competición europea, mientras la masa salarial se mantiene en niveles que absorben más del 80% de los ingresos ordinarios.
Un club que presume de modelo no puede sostenerlo con una estructura tan frágil y tan dependiente de vender talento cada verano. Eso no es planificación: es supervivencia.
El agujero invisible del patrocinador Yasuda
Entre las notas más sensibles que conocerán los accionistas destaca el deterioro total del crédito de 13,5 millones vinculado al ex patrocinador Yasuda. El Consejo lo explicará como un ejercicio de prudencia. Pero la pregunta relevante no es el apunte contable. Es la previa.
¿Cómo se permitió que un patrocinador sin garantías suficientes generara un riesgo de esta magnitud?"
Jefe de Deportes COPE Gipuzkoa
La transparencia exige explicaciones más profundas. Porque un error de este calibre condiciona el margen de maniobra de dos mercados completos.
Litigios, reclamaciones y una fe jurídica difícil de explicar
La Real afronta reclamaciones importantes:
– Caso Maldonado: resolución FIFA inicial desfavorable.
– Reclamaciones fiscales de exjugadores: 3,3 millones.
– Reclamación formativa: 420.000 euros.
– Provisión activa por 1,74 millones ligada a un exjugador.
El Consejo no provisiona la mayoría de estos riesgos porque considera improbable perderlos. Pero cuando ya has sufrido un primer revés oficial, la línea entre la confianza y el exceso de optimismo empieza a ser demasiado fina.
El patrimonio es fuerte; la tensión de liquidez también
El balance muestra un club robusto: más de 92 millones de patrimonio y un activo superior a 300 millones. Pero esa fortaleza convive con un dato inquietante: fondo de maniobra negativo de 50,8 millones.
Traducido: la Real debe a corto plazo mucho más de lo que tiene disponible. La operativa diaria se sostiene con pólizas de crédito y con los cobros de traspasos. El modelo aguanta mientras el mercado responda. Si falla un verano, el castillo se tambalea.
Un proyecto que necesita más autocrítica
La Real tiene razones para presumir: identidad, cantera, estructura, estabilidad. Pero un proyecto que se define por la exigencia y la coherencia no puede vivir en contradicción permanente:
– Habla de planificación mientras vende cada verano una pieza vital.
– Habla de sostenibilidad mientras la masa salarial devora sus ingresos.
– Habla de prudencia mientras asume un fiasco de 13,5 millones en patrocinio.
– Habla de estabilidad mientras necesita plusvalías estructurales para sobrevivir.
¿Hacia dónde va realmente la Real Sociedad?
El 10 de diciembre, el Consejo explicará números y relatos. Pero la pregunta que debería guiar la Asamblea no es contable, sino estratégica:
¿Puede la Real Sociedad mantener un proyecto deportivo de élite con una economía que depende de vender a sus mejores jugadores para equilibrarse?"
Jefe de Deportes COPE Gipuzkoa
Porque si el mercado deja de ser la red de seguridad que lo sostiene todo, el modelo admirable que tanto se ha defendido puede convertirse en un relato incapaz de sostenerse a sí mismo.