“Sin médicos no hay medicina”. Es la campaña que lanza el Colegio de Médicos de Álava ante la falta de facultativos en los PAC (Puntos de Atención Continuada) y en los centros de salud. Esta carestía representa un “riesgo” en la atención, alertan desde el colectivo profesional, porque se “derivan” a otras categorías, como la de enfermería, las competencias de un médico, que es el encargado del “liderazgo clínico, del diagnóstico y del tratamiento”.

Es la advertencia del presidente del Colegio de Médicos de Álava, Kepa Urigoitia, quien ha pedido a Osakidetza y al resto de las administraciones concernidas que pase de los “parches” y de las “palabras bonitas” a los contratos atractivos que prestigien la profesión del médico. Además recuerda que las próximas jubilaciones de médicos complicarán más las cosas.

Urigoitia admite que la falta de médicos responde a una falta de planificación que viene de atrás y que ocurre en toda Europa, pero otros países lo solventan tirando de talonario, ya que lo que no se gastan en formación, como ocurre aquí, lo invierten en contratación y hacen “OPAs hostiles”.

Caso de Llodio

En relación a lo acontecido en Llodio, en cuyo PAC, el pasado 12 de enero sin médicos, falleció un vecino de 42 años de un infarto, Urigotia defiende la labor de las enfermeras que atendieron al paciente. Que no hubiese médico no significa que podría haberse dado otro desenlace, aunque sí cree que en la puerta debería haber puesto “PAC de enfermería”.

Precisamente tras lo ocurrido el Ayuntamiento de Llodio, después de reunirse con la consejera de Sanidad, Gotzone Sagardui, ha anunciado esta semana que habrá "una respuesta institucional coordinada para asegurar el servicio médico en la comarca". La alcaldesa del municipio alavés, Ainize Gastaka, ha asegurado que el ambulatorio será "referente" para "garantizar la presencia de personal médico, además de sanitario".