El legado romano que define la Pamplona actual: 'Está tan bien situada que no nos vamos de ahí'
El arquitecto Luis Tena desvela cómo la planificación del Imperio Romano determinó la ubicación y estructura de las ciudades que habitamos en la actualidad
Pamplona - Publicado el
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El arquitecto Luis Tena ha explicado el origen y la evolución de la forma de Pamplona, centrándose en su pasado romano. En un análisis detallado, Tena desvela cómo las decisiones tomadas hace más de dos milenios por el Imperio Romano siguen definiendo las ciudades modernas, incluida la capital navarra, conocida entonces como Pompaelo.
El nacimiento de Pompaelo
Según Tena, el origen de la ciudad se remonta a la llegada de Pompeyo en el siglo I a.C., quien, tras las guerras en las Galias, estableció un asentamiento estable. Este campamento no se impuso por la fuerza sobre el castro vascón existente, sino que se estableció en la parte más elevada y lógica de la comarca, en un proceso acordado con los pobladores locales.
Los romanos aplicaron un profundo sentido del orden y la orientación en sus ciudades, basado en los ejes cardo (norte-sur) y decumano (este-oeste). Las primeras trazas de este diseño en Pamplona se intuyen en la zona de la catedral, cuya fachada podría alinearse con uno de estos ejes principales del asentamiento original.
Ciudades que nunca mueren
Tena destaca que las ciudades romanas están excepcionalmente bien situadas, un factor clave para su supervivencia a lo largo de los siglos. "Están tan bien situadas que la gente se queda allí, derriba lo romano, lo amontona y va subiendo estratos de ciudad", afirma el arquitecto. Este fenómeno explica por qué urbes como Barcino (Barcelona), Lutesia (París) o Londinium (Londres) se asientan directamente sobre sus cimientos romanos.
Para verlas, hay que imaginárselas en excavaciones puntuales"
Debido a esta superposición de capas, la única forma de observar una ciudad romana en su estado original es en casos excepcionales como Pompeya, preservada por la erupción del Vesubio. En el resto de los casos, como apunta Tena, "para verlas, hay que imaginárselas en excavaciones puntuales". Un ejemplo en Pamplona son los restos de unas termas halladas durante la construcción del aparcamiento de la Plaza del Castillo.
La Pompaelo que no vemos
La reconstrucción de la Pompaelo original se basa en hipótesis y en el trabajo de investigadoras como María Ángeles Mezquíriz o María García-Barberena. Gracias a diversas excavaciones, se han localizado trazas de calles, un mercado (macellum) junto a la calle Dormitalería y la posible ubicación del foro en la zona de Navarrería.
Los límites de la ciudad romana se extenderían desde el desnivel del Palacio del Marqués de Rozalejo hasta la zona de la calle Compañía. Tena calcula que, en su apogeo durante los siglos II y III, la urbe pudo llegar hasta la actual Bajada de Javier, ocupando aproximadamente la mitad de lo que hoy es la Navarrería.
Es un fenómeno que se llama repliegue, que es la reducción del tamaño en la caída del Imperio romano"
Con la caída del Imperio Romano, muchas ciudades experimentaron una contracción, un fenómeno que el arquitecto califica de "repliegue". Pone como ejemplo fascinante la ciudad de Arlés, en Francia, que se redujo hasta caber por completo dentro de su anfiteatro. Esta intervención sobre el origen y la evolución de Pamplona forma parte de un segundo capítulo de una serie divulgativa en la que participa el arquitecto Luis Tena.
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