La promesa de Lisci para sacar a Osasuna de la crisis: "Voy a dormir en Tajonar si hace falta"

El entrenador de Osasuna, Alessio Lisci, ha comparecido en rueda de prensa tras la derrota por 1-3 contra la Real Sociedad en El Sadar, asumiendo la responsabilidad de la mala racha del equipo. Lisci ha calificado la derrota como una que hace daño y alarga la mala dinámica, reconociendo que la situación se vuelve apremiante y va a generar bastantes dudas.

Análisis de una derrota dolorosa

Según el análisis del técnico, el partido tuvo dos partes muy diferenciadas. En la primera, Osasuna mereció irse con ventaja al descanso: “tenemos que ir 2-0 al descanso, tenemos 3 ocasiones claras más el gol”, explicó Lisci. El equipo se mostró sólido y superior a su rival durante los primeros 45 minutos.

Sin embargo, el guion cambió en la segunda mitad. Un gol “un poco así de rebote, de dinámicas negativas” descompuso al equipo. Pese a que con 2-1 Osasuna tuvo ocasiones para empatar en las botas de Rubén García y Raúl García de Haro, finalmente “un gol de locos y la expulsión” de Arguibide, que Lisci considera que “no es roja”, sentenciaron el encuentro.

Cuando estás en dinámica negativa con nada te meten gol"

El problema recurrente de las segundas partes

El técnico mostró su preocupación por una circunstancia que “se repite”, el desplome del equipo al comienzo de las segundas partes. “Es evidente que si miramos la clasificación de la primera parte y la de la segunda parte hay un cambio trascendental y no puede ser”, admitió Lisci, asegurando que es algo que “no ha pasado en ningún equipo en mi vida”.

Sobre el planteamiento táctico, Lisci defendió el uso de una defensa con tres centrales, una idea que permitía “ser más agresivos arriba de la presión” y proteger a un Moncayola que llegaba justo físicamente. También explicó que el rol de Aimar Oroz fue de sacrificio, ya que al estar pegado a un rival, su función era generar espacios para sus compañeros.

Compromiso, autocrítica y un mensaje a la afición

El preparador italiano desveló que varios jugadores importantes forzaron para estar en el partido debido a la delicada situación. “En otra situación no hubieran jugado”, confesó. Detalló que Moncayola era “una moneda al aire”, Lucas Torró jugó infiltrado por una molestia en el tobillo y que arriesgaron “mucho” con Ante Budimir, quien “ha querido forzar como Monca, como Lucas” para ayudar al equipo.

A pesar de la crisis, Lisci quiso dejar claro que el vestuario “es fantástico, está súper junto” y que los jugadores “están jodidos, porque sienten los colores”. Asumió toda la responsabilidad: “Hay que hacer más, yo el primero, por supuesto. Estamos haciendo cosas mal, y el primero, repito, soy yo”, afirmó con contundencia.

Si ahora estoy echando 20 horas al día, voy a echar 24"

Finalmente, Lisci envió un mensaje directo a la afición de Osasuna. “Empatizo mucho con la afición, y si hace falta, le pido disculpa”, declaró. El entrenador prometió dedicación absoluta para cambiar el rumbo: “les prometo que, si ahora estoy echando 20 horas al día, voy a echar 24, y voy a dormir en Tajonar si hace falta”. Concluyó pidiendo tranquilidad y asegurando que “nos vamos a matar para que esto cambie”.