La sorprendente decisión de un estudiante de Química: "Hacer las prácticas aquí es decisivo"
Álvaro Nombela es de Madrid y cursa 4º de Química en la Universidad de La Rioja. Durante el verano pasado, estuvo en prácticas en una de las canteras de Leza de río Leza, un pueblo con 40 vecinos censados en el INE
Logroño - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
¿Qué puede aportar hacer las prácticas de tu carrera universitaria en un pueblo de La Rioja con poco más de 40 habitantes? Pues ya te anticipo que se trata de una experiencia personal y formativa única. Hablamos del programa Erasmus Rural.
Una quincena de alumnos de la UR realizará prácticas en pueblos de menos de 5.000 habitantes. Prácticas durante dos meses que se llevarán a cabo en verano en empresas e instituciones de 16 pequeños municipios.
Las entidades o empresas que ofertan este año sus prácticas lo hacen en Ábalos, Aguilar del Río Alhama, Arnedillo, Camprovín, Cirueña, Cornago, Enciso, Igea, Laguna de Cameros, Nieva de Cameros, Préjano, San Asensio, San Millán de la Cogolla, Sojuela, Terroba y Ventosa.
Un programa que es posible gracias al acuerdo de colaboración suscrito entre el Gobierno de La Rioja y la Universidad de La Rioja.
La Consejería aporta 50.000 euros para financiar estas 15 becas de dos meses, que están dotadas con una bolsa de ayuda de 1.500 euros mensuales.
En las tres convocatorias anteriores, 27 estudiantes se beneficiaron de este programa de prácticas. Cada uno de ellos ha llevado a la práctica sus estudios. Y lo ha hecho en un pequeño pueblo, dinamizando también la vida de estos municipios riojanos.
Hablamos de las prácticas Erasmus Rural con uno de los estudiantes que ha probado esta experiencia profesional y también personal.
Álvaro Nombela es de Madrid y cursa 4º de Química en la Universidad de La Rioja. Durante el verano pasado, estuvo en prácticas en una de las canteras de Leza de río Leza. Cuenta en COPE que su experiencia fue única y muy formativa. Además, le aportó muchas otras cosas. "Las prácticas me aportaron gran cantidad de conocimientos y, además, la experiencia me gustó mucho al conocer este tipo de pueblos con tan pocos habitantes", confiesa.
Un pueblo de poco más de 40 habitantes censados en el INE que le ha dado mucho más de lo que imaginaba. Más allá de formación y prácticas, Álvaro ha descubierto la vida en un pueblo tan pequeño como Leza. "El hecho de la entrada en estos pueblos favorece que se aviven un poco y se den a conocer; así se facilita que puedan ir saliendo del abandono", explica.
Este madrileño que estudia en la Universidad de La Rioja resalta la vida que estos jóvenes aportan a estos recónditos lugares.