El último agricultor de un pueblo de La Rioja sorprende con su decisión con tan solo 26 años: “Es muy difícil”
Víctor ha sido el último en llegar a este "duro y complicado" trabajo
El último agricultor de un pueblo de La Rioja sorprende con su decisión con tan solo 26 años: “Es muy difícil”
Logroño - Publicado el
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El envejecimiento de la población es uno de los grandes retos demográficos de La Rioja y, en general, de toda España. La prolongación de la esperanza de vida, unida a la baja natalidad, ha provocado que el peso de las personas mayores sea cada vez mayor en la pirámide poblacional.
Fíjate en este dato: En la próxima década se van a jubilar más 37.000 personas, pero tan solo 13.000 jóvenes entrarán en el mercado laboral. Es decir, por cada persona que se incorpora al mundo de la empleabilidad, tres se jubilan. Son datos de la Fundación Adecco.
un dato que preocupa
Se contabilizan en La Rioja 32.662 personas entre 6 y 15 años que, en la próxima década, alcanzarán la edad legal para incorporarse al mercado laboral. Si aplicamos la tasa de actividad registrada en la última Encuesta de Población Activa, tan solo el 40% de estos jóvenes se incorporarán de manera inmediata. Esta cifra contrasta de forma significativa con las 37.800 personas de 55 años o más que abandonarán la actividad laboral en ese mismo periodo.
Se trata de una tendencia sostenida en el tiempo, que no solo afecta al ámbito urbano, sino que tiene especial incidencia en el mundo rural, donde desde hace décadas se observa un vacío progresivo de pueblos y un notable envejecimiento de quienes permanecen en ellos.
el campo riojano lo sufre
En la comunidad riojana, esta realidad se traduce en la concentración de población en las ciudades, mientras que en los municipios más pequeños del interior y la sierra la media de edad se eleva año tras año.
El último agricultor de un pueblo de La Rioja sorprende con su decisión con tan solo 26 años: “Es muy difícil”
Esta situación plantea importantes problemas sociales y económicos: la falta de relevo generacional en el sector primario, la dificultad para mantener servicios básicos como la sanidad o la educación en el medio rural, el riesgo de despoblación y la sobrecarga de los sistemas de dependencia y cuidados.
víctor, el último agricultor joven de nalda
Aunque el fenómeno no es nuevo, el campo riojano lleva mucho tiempo sufriendo la falta de jóvenes agricultores y ganaderos, la intensidad del envejecimiento y su impacto creciente en el conjunto de la sociedad hacen de esta cuestión un desafío prioritario, que exige medidas para garantizar la sostenibilidad del sector primario.
Sin embargo, hay quienes luchan contra esto y son ellos quienes representan el cambio generacional, el relevo tan necesario que se requiere. Víctor es de Nalda, apenas tiene 26 años y en estos momentos se encuentra trabajando, atendiendo la campaña de la pera.
"Es una profesión muy dura y que es muy difícil en algunos momentos. Si no tienes pasión por ella es complicado que te guste. Y es que, sacándome a mí no queda nadie joven. El siguiente me saca unos 15 o 20 años, y la mayoría que se dedica a esto es gente al borde de la jubilación".