El Parque Felipe VI de Logroño, que se abrirá al público el próximo 2 de marzo, será el primer espacio público videovigilado de la capital riojana tras la instalación, “en pocos meses”, de cámaras de videovigilancia conectadas a la Policía Local.

Así lo ha anunciado este martes el concejal de Desarrollo Urbano Sostenible de Logroño, Jaime Caballero, en una rueda informativa, en la que también ha participado el edil de Medio Ambiente, José Manuel Zúñiga.

Caballero ha explicado que este parque, que se sitúa en la cúpula de la nueva estación de autobuses y baja hasta la prolongación de la calle Belchite con Hermanos Hircio, cuenta con un total de 27.322 metros cuadrados que, unidos a los 35.316 ejecutados sobre la estación de tren, sumarán un total de 62.638 metros cuadrados.

Ha indicado que, en la actualidad, se avanza en la instalación de cámaras conectadas a la Policía Local en el Felipe VI “para evitar los episodios de vandalismo que se dieron en la otra zona del parque, sobre la estación del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), que provocaron el deterioro prematuro de este parque”.

“No están decididos los puntos ni las zonas a cubrir, pero es un camino que tendremos que emprender para dotar de mayor seguridad a las zonas oscuras y de miedo que se han detectado”, ha señalado este concejal, quien ha añadido que se evalúan alternativas para “hacer la instalación de forma sencilla, seguramente, sobre los postes de las luminarias que hay ahora”.

Durante esta semana “se terminarán las últimas actuaciones y se realizarán las comprobaciones de los últimos errores relacionadas con acometidas y jardinería, así como las infraestructuras de riego y equipamientos para garantizar su apertura de forma segura”, ha remarcado.

Ha detallado que este nuevo parque dispone de 10.500 arbustos leñosos, 57.000 stipas, una gramínea herbácea, así como 7.452 metros cuadrados de camino de arena estabilizada con cal.

Caballero ha incidido en que el sistema de ciclo del agua implantado en este parque, que “funciona como una esponja que recoge en aljibes y reutiliza el agua de lluvia, es una de las aportaciones más relevantes desde el punto de vista medioambiental”.

Las especies vegetales del jardín, ha destacado, “han sido seleccionadas en función de la disponibilidad hídrica y el criterio de mayor biodiversidad adaptada al medio”, de tal forma que las especies vegetales elegidas tienen poca necesidad hídrica.

Ha remarcado el diseño y ejecución del Felipe VI “según los criterios de sostenibilidad y economía circular”, lo que lo convierte en “un ejemplo en el empleo de materiales de bajo impacto, como los caminos con arena estabilizada”, que se suman a un estanque lúdico de 1.200 metros cúbicos con zona de pediluvio.

Este nuevo parque se encuentra en proceso de certificación con el estándar internacional ‘BREEAM Urbanismo’, un sello de calidad medioambiental que solo ha sido concedido a 52 proyectos urbanísticos en todo el mundo y que evalúa, además del resultado, la ejecución y todo el ciclo de vida de los materiales empleados, ha apuntado.

Ha concretado que las tareas que se han realizado desde octubre de 2020 son, entre otras, las acometidas de agua potable, la acometida de un armario eléctrico para el bombeo, un sistema de telecontrol, una bomba de reserva y contadores de agua.

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Por su parte, Zúñiga ha asegurado que este parque ayuda a la candidatura de Logroño a “Capital Verde Europea” en 2023, certamen en el que es la única ciudad española, una distinción que es "una meta que llegará cuando tenga que llegar”, pero lo que se haga “por el camino es importante para el municipio”.

A lo largo de esta semana, se comprobarán los sistemas de llenado y vaciado de aljibes, así como posibles mejoras en el riego, la delimitación de la zona más profunda del estanque lúdico, la plantación de la masa vegetal que faltaba y la instalación de papeleras.